Bodega Rolland
Val de Flores 2006
100% Malbec
15% Grad. Alc.
Valle de Uco, Mendoza, Argentina.
Siempre ante el descorche de un vino hay cierta expectativa por ver qué nos deparará tal o cual botella, pero con éste Val de Flores la expectativa era aún mayor de lo normal.
De un granate muy obscuro con bordes muy vivos, de una corpulencia mayor que la mediana, baña las paredes de las copas, el caldo demora en caer por éstas creando un lindo efecto, forma lágrimas intensas muy persistentes.
Es perfumado, afrutado de inicio, frutas negras, con cuatro horas de decantación es algo floral, madera muy leve, la sensación a vainilla es más marcada. Hacia la sexta hora hay notas a cuero.
De taninos muy sedosos, muy elegante, leve toque de madera, la sensación de vainilla es la más fuerte, es voluminoso, de una corpulencia mayor que la media, de tanicidad y alcohol equilibrados, un vino muy bien estructurado. De final largo, con retrogusto a tabaco, a cuero.
Elegido para armonizar una pierna de ternero asada macerada hace cuatro días con sal, pimienta en bolitas, vino tinto, aceite de oliva, cebolla, y ajo, guarnición de papas, tomate y arroz. Para la primera copa el vino tenía cuatro horas de decantación, y entre siete y ocho horas la última. Cuanto mayor el tiempo en el decantador mejor se ponía. Adquirido en Ligier a AR$ 275 pesos en su momento (segundo semestre del año pasado), aproximadamente unos RS 70 reais ó US$ 32 dólares ó S/ 90,00 soles, y considerando su precio por aquí en Brasil definitivamente al monto encontrado tiene una buena rpc, y ahí está el detalle: es un tinto muy elegante, equilibrado, no le negamos que tiene mucha clase, pero no nos entusiasmó, no nos supo a gloria como lo imaginamos y/o esperábamos. Aquella misma sensación que tuvimos con el Don Melchor 2008 hace pocos meses atrás hoy la volvimos a tener con éste buen tinto. Porque sí, es un buen tinto, muy bien trabajado, es algo que su hechura denota, pero aunque con el transcurrir de las horas mejoraba, no llegó a deslumbrar. ¿Quizá había que dejarlo decantando más y más tiempo como el Numanthia español? Quizá, puesto que a cada hora que pasaba se ponía cada vez mejor. Tal vez no nos sacábamos el hecho de la cabeza de que aquí cueste RS 210 a más, y le exigíamos eso, aunque hayamos pagado tan sólo el equivalente a RS 70; no sabemos. Como comentó Ariel de Vinarquía ante aquel top chileno en aquella oportunidad: “sabe a poco”. ¿Decepción? No. Al precio adquirido –repetimos: aquí en Brasil está exactamente al triple de ese precio- no llega a ser una decepción. Está siendo una rica experiencia, pero con tantos puntajes altos y de manera sistemática por parte de los expertos nuestras expectativas son otras: quizá seamos nosotros los que le dejamos la valla muy alta, quizá.
El padre Antonio y el monaguillo Andrés - Rubén Blades
Del disco "Buscando América" de 1984, la letra de este panameño universal como casi siempre cala fondo. En Brasil donde la salsa es casi inexistente nosotros la llevamos, desde el I Pod hasta en el carro, como las otras que vamos dejando por este espacio. Increíble poder escucharla ahora con familia formada, es diferente, si antes ya era bacán, ahora es más rico.
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