Esta semana que está por acabar se realizó el Tannat Tasting Tour Brasil 2014, y la calurosa tarde -en pleno invierno- del último martes 12 fue el turno de Curitiba. Este evento organizado por Wines of Uruguay comenzó el lunes 11 en Rio de Janeiro, el jueves 14 fue el turno de São Paulo, y ayer viernes 15 concluyó en Campinas, interior de São Paulo.
Aunque es muy difícil poder ir a un evento un día de semana –lo ideal para nosotros y creemos para la mayoría de personas sería un fin de semana- estábamos muy animados de ir y participar puesto que son pocos los eventos que se realizan en la capital paranaense. Ya habíamos dejado de ir a la Expovinhos realizada en un restaurante del hermoso Parque Barigui por el mismo motivo: fue realizado un lunes y no teníamos con quien dejar a nuestra pequeña Sofía. Para quien tenga hijo(a) pequeño entenderá los motivos, pero esta oportunidad no queríamos dejarla pasar y hasta el último minuto estábamos barajando las maneras de cómo hacer, así que, sin pensarlo mucho, recogí a la niña del colegio y nos encontramos con Cris en el hotel: primero entró ella por una hora y media mientras yo cuidaba de Sofía en otro lugar, y luego intercambiamos roles. No fue lo ideal puesto que no pudimos entrar juntos, pero pudimos asistir. Pero otro inconveniente del que sólo reparamos al estar ahí fue el no poder conocer todas las vinícolas representadas y sus diversas etiquetas, muchas totalmente desconocidas para nosotros. Grande fue la sorpresa a nuestro encuentro a la salida, habíamos visitado prácticamente los mismos expositores: Bodega Bouza, Bodega Giménez Méndez y Bodega Pisano. La única diferencia es que Cris estuvo además en Bodega Ariano Hermanos, y yo en Bodega Casa Filgueira.
Al frente, en el módulo de Bodega Giménez Méndez, entre otras personas, Sebastián Gonzatto, Export Manager de la vinícola atendía gentilmente a quien procuraba información por los vinos de la bodega que representa. “En Latinoamérica además de Brasil estamos en Paraguay, Colombia, México. Hay interés en ingresar al mercado peruano, sería fabuloso, pero aún no tenemos contactos allá. ¿Conocés alguno?”
Foto extraída del facebook de la Bodega Giménez Méndez.
Entre los vinos para la degustación están su línea Alta Reserva, Premium, y Super Premium, además de un interesante sauvignon blanc (muy fresco, con una acidez a flor de piel) sin etiqueta. En la línea Alta Reserva había uno trabajado con la cepa malbec -cosecha 2013- que no habíamos visto antes: “Ni lo verán, éste por el momento es exclusivo para el mercado asiático, europeo, y norteamericano.” Para tener una idea, la aerolínea del magnate inglés Richard Branson, Virgin Atlantic, de entre los malbecs franceses y argentinos eligió este malbec uruguayo para ser servido en su primera clase. Cuidado Argentina, pues para quien crea que esto es una piedrita lanzada al mar está muy equivocado, no es poca cosa. Los pasajeros de esa clase exclusiva son en su mayoría de destinos cuyas metrópolis son de alto poder de consumo, y que desembarquen con la idea y la gran experiencia de este malbec uruguayo en el paladar y en la mente es, sino para preocuparse, por lo menos para estar atentos. Regresando al Brasil: nosotros ya habíamos probado algunos vinos de esta bodega años atrás y el placer y las buenas experiencias encontradas en su gran mayoría fueron grandes. Los que pudimos probar ahora están en la misma línea de la alta calidad que hace que nuestros recuerdos hacia sus vinos hasta ahora nos conmuevan, alguno –el L y M, que no estaba aquella noche- inclusive memorable.
Al extremo izquierdo, Gastón Turcatti de Bodega Casa Filgueira no estaba solo. Bueno, atrás del módulo sí, pero al frente se aglomeran personas extendiendo sus brazos y copas. Gastón se disfraza de pulpo y es diligente y amable con todos, y hasta se da maña para atender a este insistente bloguero. Le comento que uno de los primeros vinos uruguayos que mi esposa y yo bebimos juntos aquí en Brasil y recordamos con cariño fue justamente un tannat de la bodega a la que representa, pero que después no lo vimos más, simplemente desapareció. “Sí, la bodega se vendió, y la importadora con la que trabajábamos –era Decanter, la misma de Bouza en la actualidad- dejó de representarnos. En la actualidad en Brasil sólo estamos en Belo Horizonte.” Y ahí está lo interesante del asunto: tienen poca presencia en Brasil como un todo pero la gente estaba ahí, quizá para “matar as saudades” como dicen por aquí, o para preguntar ¿Qué pasó?, muchos otros para conocerlo, aquella reacción en cadena de ir por conocer el por qué hay tantas personas en un solo lugar, una reacción frecuente, casi instintiva. Eran –son, y las personas de Belo Horizonte lo saben bien- vinos con una gran rpc y una calidad que destaca en ese rango de precios:
Un corte Tannat – Cabernet Franc : RS 35 reais (US$ 15,30 dólares).
Proprium : RS 45 (US$ 19,70)
Reserva Tannat : RS 55 (US$ 24,10 dólares)
Super Premium Estirpe (no está a la venta en Brasil) : US$ 36 dólares.
“Además de Brasil llegamos a México, Guatemala, Estados Unidos, España, Francia, Reino Unido, Polonia, Dinamarca… ¿Perú? Sería lindo poder estar en el mercado peruano aunque por el momento lamentablemente no haya nada al respecto.” Yo voy recordando y conociendo copa tras copa sus tintos hasta que me ofrece un Sauvignon Gris: floral, algo intenso, un vino redondo. Extrañamente siendo Brasil un país tropical los vinos blancos no encajan tanto como los tintos. Los vinos de Bodegas Casa Filgueira tienen la facilidad de llegar a un público más amplio, pudiendo quizá servir como puente y cautivar cada vez más personas, ser el umbral de este maravilloso mundo del vino.
“En el Perú vamos de a pocos. Es alto el consumo de vinos argentinos y chilenos por allá, así que nosotros somos una opción diferente, es importante marcar presencia, y cuando piensen en vino uruguayo piensen en nosotros.” No creo que les será difícil hacerse de un nicho en el Perú (ojo, Perú, no solamente Lima). No se puede dejar de lado el alto consumo de pescados y mariscos por allá, pero la gastronomía peruana no es sólo eso: desde un lomo saltado, un arroz con pato, un rocoto relleno, hasta una pachamanca tranquilamente pueden ser armonizados con tintos de la Bodega Pisano, elegantes y corpulentos a la vez, acrecentará la gran experiencia que de por sí ya brinda la variada gastronomía peruana. En Brasil el presente es diferente, tienen una presencia más marcada y una buena imagen ganada que día a día, botella a botella intentan mantener, pero por otro lado aquí en Brasil la oferta de vinos uruguayos es mayor, la competencia es más fuerte, pero cuando se tienen caldos tan bien trabajados hay que enfocarse más en publicidad y marketing ya que el producto los avala.
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