Bodegas Carrau
Ysern Tradición 2007
Tannat – Tannat
13,5% Grad. Alc.
50% de Cerro Chapeu / 50% de Las Violetas, Uruguay.
Pasó mucho tiempo para depararnos con otra botella de la marca Ysern, y en esta oportunidad la de etiqueta negra denominada “Tradición” cuyo caldo tiene 18 meses de barrica de roble -francés y americano- y luego pasa 6 meses más en botella. Como en otras oportunidades de otras variedades de la misma marca este tinto varietal de tannat es una mixtura de terruños (un blend de terroir): 50 % de Cerro Chapeu, de suelo arenoso, y el otro 50% de Las Violetas, de suelo arcilloso. Según recomiendan alcanza una guarda de hasta diez años –todo es relativo: dependiendo de las condiciones de guarda del vendedor, y luego de quien lo adquiera- pero no quisimos arriesgarnos, así que poco tiempo después de comprado ya lo estamos descorchando, y disfrutando.
Es de un profundo color negro hacia el centro, con bordes violáceos, denota una corpulencia entre leve y mediana, no es tan marcada. Forma lágrimas medianas de poca intensidad.
Destacan aromas de frutos rojos, de una mediana intensidad, pero de aroma persistente. Hay un punto leve de vainilla.
Cuenta con una acidez marcada, vibrante, de una buena sensación tánica, tiene una mediana corpulencia, aunque tirando para leve. De final largo, con un retrogusto inclusive algo mineral.
Adquirido en Box 41 del Mercado Municipal de Curitiba a RS 63 reais (unos S/. 70 soles ó US$ 24 dólares, hace poco más de un mes) consideramos que tiene una buena rpc para los padrones brasileños. Aunque no es potente ni voluptuoso cuenta con cierta sedosidad en sus taninos, muy presentes, es un vino que está domado, no desequilibra, sorprende su frescor, sobre todo el final en boca. Esa rica acidez es la que quizá sea el soporte de quienes nos indican los 10 años de guarda. No lo decantamos, pero no le vendría mal un tiempo de decantación. Para nosotros ya el tiempo en copa le venía bien. Lo elegimos para armonizar una sabrosa piernita de cordero asada, con papas y arroz. Un tinto de una gran expresión que nos brindó una muy satisfactoria experiencia.
Fue en la segunda mitad de los 90's que Elier y Ángel llevaron a casa dos cds de éste grupazo alemán, Rammstein: fue amor a la primera tonada, aunque no entendiera ni michi, ¿uds entienden alemán?, me preguntó alguna vez una vecina. No, nada. Pero sentíamos toda la fuerza que su música transmite.
Quizá porque un vino trabajado con la cepa tannat es de una peculiar potencia lo venimos armonizando con metal mientras cocinamos (aunque no cuando comemos), como fue con su compatriota Pisano RPF Tannat hace algunas semanas. Para nosotros casa de maravilla.
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