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sábado, 3 de agosto de 2013

Don Melchor 2006



Viña Concha y Toro 

Don Melchor 2006

96% Cabernet Sauvignon – 4% Cabernet Franc

14,5% Grad. Alc.

Puente Alto, Chile


Aprovechando el rico frio que hay por las noches en esta época por aquí, al sur brasileño, decidimos que le llegó la hora al Don Melchor, en este caso el 2006, el top de la casa Concha y Toro en lo que se refiere a la uva cabernet sauvignon (con la uva carménère el top es el Carmín del Peumo), vino el cual ya estábamos por descorcharlo desde hace algún tiempo.

A la vista, es de un profundo color negro, con bordes ligeramente ocres; de capa alta, lágrimas intensas. En nariz, suave sensación a afrutada a moras y casis, se percibe algo de chocolate, algo como a cuero, pero todas son sensaciones suaves aunque duraderas. En boca, es corpulento, carnoso, muy elegante, de taninos muy estructurados, lo afrutado se refrenda, y hay una sensación constante a cacao. De final largo, retrogusto acaramelado, como a toffee, y también como a tierra tierna húmeda.

Vaya elegancia que derrocha este tinto; mientras lo degustábamos conversábamos que lo que hasta ahora teníamos como concepto de elegancia pasó a un segundo nivel, a partir de ahora cambió. El caldo tiñe las paredes de las copas demorando algo en caer por éstas. En la fase olfativa no fue explosivo, sorprendió que fuese tan delicado pero sí persistente y duradero. Tiene mucho volumen en boca y sus taninos están perfectamente equilibrados; es un caldo aterciopelado el cual disfrutamos más en la fase gustativa y visual que en la olfativa.

Aquí no existe rpc simplemente porque no es un vino para el cotidiano por su elevado precio, más todavía en nuestro caso que estamos en Brasil: aquí cuesta alrededor de US$ 200, o sea RS 399, imposible de comprarlo aquí, aunque curiosamente las cosechas más antiguas ya se agotaron y en la actualidad se encuentra solamente el 2008, o sea que aún siendo muy caro en Brasil hay gente que paga sus 200 cocos. Ya afuera de las fronteras brasileñas este ejemplar se adquiere a US$ 55, o sea RS 110, igual sigue siendo caro para el cotidiano, pero mucho mejor que al precio ofrecido por estos lares, inclusive más barato que en Lima. Es de los que se debe conocer y experimentar una vez por año, o por lo menos alguna vez en la vida. ¡Vinazo! 

6 comentarios:

Ariel Rodríguez dijo...

Uy, que suerte haber probado tamaño vino.
Este es el más más caro de Concha y Toro, verdad?

Manolo Malpartida dijo...

Sí, tremendo vino.

Como Concha y Toro sí, aunque también tienen el Carmín de Peumo que es también una marca alta (y cara, más en Brasil) pero con la uva carmenere.

Pero Concha y Toro trabaja en conjunto con Baron Philippe de Rothschild de Château Mouton Rothschild el vino "Almaviva" que no aparece en la web de Concha y Toro, tiene web propia: ese normalmente es re-caro, aquí en Brasil peor aún.

Es un ejemplar especial parecido -creo yo- al vino "CaRo" donde la misma empresa francesa trabaja con Nicolas Catena en Argentina, al igual que lo hace en Estados Unidos con Robert Modavi para sacar el vino "Opus One".

No es nuestro cotidiano, pero de vez en cuando no hace mal.

Salud!





Ariel Rodríguez dijo...

Son esos vinos que te permiten mantener alto el perfil. Un gusto que nos damos de vez en cuando.

Manolo Malpartida dijo...

Sí, hay que aprovechar cuando se está fuera de las fronteras brasileñas, ya que adquirirlo(s) aquí es simplemente imposible, como en este caso específico, aquí se vende a casi el cuádruple de lo que se pagó afuera, por más increíble que parezca.

Baruki dijo...

Hola amigos!
Una lástima que yo no nació en un país Porteño ...
En Brasil, los vinos son muy caros y lo peor es que hay gente que paga.

Abrazos,

Raphael.

Manolo Malpartida dijo...

Sim Baruki, é uma pena que os preços do vinho -aliás, de coisas mais importantes como roupa, saúde, e educação, por citar só três- sejam absurdos pelos impostos que tem aqui no Brasil, mas, o engraçado é que eu acho que teu belo país tem todo para ser potência mundial sem precisar taxar os produtos e serviços em geral a níveis muito altos, só tem que largar a corrupção e burocracia -rs.., só-.

No Perú, um biólogo e explorador italiano, Antonio Raimondi, deixou há mais de cem anos uma frase que ate agora infelizmente -pelos mesmos problemas de corrupção- parece atual: "O Perú é um mendigo sentado num banco de ouro", frase que pode ser usada também para o Brasil, com grandes reservas de petróleo do pré-sal e as enormes reservas de nióbio no Amazonas e Roraima, por citar só dois, e ver ao mesmo tempo a precariedade das escolas e hospitais públicos, e claro, os impostos altos.

Melhor falar de vinho.

Abraço!