Villaggio
Bassetti
Primiero,
2008
100%
Cabernet Sauvignon
13,9%
Grad. Alc.
São
Joaquim, Santa Catarina, Brasil.
Aunque el Paraná
y Santa Catarina son estados vecinos no es fácil encontrar vinos catarinenses
en el mercado local, y para aquella ocasión el vino de esta entrada era la
única botella en exhibición, y, entre la duda por optar por alguna marca
conocida, chilena o argentina, o arriesgarse por la opción de una marca de
caldo nacional que desconocía de su existencia hasta el momento de estar frente
a esta botella elegí el riesgo de la segunda opción, y no estoy ni un poquito
arrepentido.
¡Qué vinito! Y
de una región poco conocida en el ámbito vitivinícola brasileño, ya que cuando
se habla de vinos de éste país puede ocurrir dos cosas: un signo grande de
interrogación aparece en una nubecita arriba de tu cabeza, pues es poco o nada
lo que se conoce de vino brasileño fuera de estas fronteras; o, si conoces algo
ipso facto te viene a la mente la
Región de Bento Gonçalves y el Vale dos Vinhedos en Rio Grande do Sul. ¿Pero de
Santa Catarina? Sí, y así, con la expresión de sorpresa en el rostro me deparé
con esta botella.
Como miles de
familias europeas que llegaron a probar suerte y destino a este continente a
finales del siglo XIX los Pioli y los Bassetti arribaron al Brasil donde se
encontrarían y unirían. Juca Pioli, el pionero, producía vinos artesanales, sin
imaginar quizá que ciento treinta años después sus descendientes se embarcarían
en esta empresa, formando la Bodega Villaggio Bassetti, hace poquito no más,
desde el 2005. José Eduardo Pioli Bassetti encontró en la altitud de São
Joaquim las condiciones climáticas adecuadas para el cultivo de la vid, y junto
a sus hermanos Marco Aurelio y César Juliano iniciarían este sueño que imagino
les debe haber cambiado la vida.
Los terrenos
elegidos para el cultivo cuentan con una altitud entre los 1230 y los 1280 m.s.n.m.
donde además de la cabernet sauvignon tienen también las cepas pinot noir,
merlot, sauvignon blanc y sangiovese.
El vino de la
presente entrada pertenece a la primera cosecha, siendo este Primiero la línea mayor, que antecede
al bivarietal denominado Montepioli.
A la vista, es
de un granate profundo, cuenta con una preciosa cromaticidad. Se le nota
corpulento; lindas e intensas lágrimas aparecen en nuestras copas. En nariz,
sensaciones de frutas negras como ciruelas, algo de especias también. Su aroma
es sutil, no te atropella, te va envolviendo de a pocos. En boca, cuenta con
sedosos taninos, acidez equilibrada, frutos negros de nuevo, tabaco, tostados,
y hay un toque como mineral, fresco, extraño, rico. Robusto, su densidad es
agradable en boca. De final medio para largo. Mucho mejor con la comida, en
esta ocasión asamos una pierna de carnero con verduras en salsa de cerveza: con
ésta el disfrute fue mayor. En lo posible subiré foto de la comida, pero entre
hacer los preparativos para servir la comida y el vino y sobretodo cuidar de la bebé que aparece por donde
menos uno se lo imagina muchas veces no se puede.
Fueron producidas 520 botellas de este vino y quizá en esa pequeña producción radique el secreto de este bello ejemplo de lo que con cariño y dedicación se puede conseguir, un más que correcto cabernet sauvignon brasileño.
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