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miércoles, 15 de diciembre de 2010

Cock & Bull, Will Self



Cock & Bull: Twin novellas; Cock & Bull: Histórias de phadas e phodas; Cock & Bull: historias gemelas; Will Self, 1992; Geração Editorial 1994.

Si inicialmente piensas que “Cock” se refiere a algún “gallo” estás totalmente equivocado. En esta primera historia encontramos a Carol, una inglesa que se ve sorprendida al ver cómo le va naciendo un pene cerca de la vagina. Lo mejor es que lejos por preocuparse, va asimilando su nueva condición hermafrodita, disfrutando su nuevo órgano sexual, explorándolo, masturbándose (con ambas manos ocupadas, una en cada órgano), y, en una de las partes más hilarantes de este primera nouvelle, llega al punto de auto-penetrarse: es cogida y cogedora, pasiva y activa, al mismo tiempo. Sin embargo, ese no es el punto central de esta obra. Carol, después de aventurarse en el lesbianismo asiste a una fiesta donde conoce a Dan, futuro alcohólico, quien tuvo la fortuna de ser el primero en hacer que Carol se viniera, siendo este orgasmo el motivo para fijarse en él al punto de casarse. La relación llega al hastío y a la indiferencia rápidamente, hasta que la providencia, el destino, o vaya a saber qué, hiciera nacer en ella ese falo, arma de su futura venganza.

Dan dedica más tiempo a sus amigos, sobre todo a Dave 2, con quien asiste a Alcohólicos Anónimos. Carol utilizará toda su sensualidad femenina para hacer quebrar la resistencia de Dan al alcohol: aquel logro que con mucho esfuerzo él conseguía día a día se fue al tacho en pocos minutos, y, una vez ebrio, aflorará en ella una actitud totalmente desconocida en ella, penetrándolo como nunca él la penetró, destruyendo su esfínter, y corriéndose, a modo de venganza, por la vida miserable que junto a él tiene. Momentos después Dave 2 tocará el timbre, buscando a su amigo para ir a sus reuniones: a él también le dará guerra, y de qué manera.

En la segunda historia, John Bull, un joven atlético y musculoso, jugador amateur de rugby, y periodista deportivo, despertará una mañana encontrando una virginal vagina atrás de su rodilla en la pierna izquierda. Este nuevo órgano sexual ocupa parte de su músculo gastrocnemio -entiéndase gemelos-; él creerá inicialmente tener una herida o quemadura, yendo al hospital, donde será atendido por Alan Margoulies, un pervertido médico quien se obsesionará con este joven, e intentará ser él quien desflore la virginidad del nuevo sexo de Bull.

Aquí, a diferencia de la primera historia, el personaje central demora –aunque no mucho, ciertamente- en aceptar su hermafroditismo. No tiene resistencia alguna por la nueva experiencia homosexual.

La manera de narrar es muy directa, por trechos Self se dirige al lector, con una fuerte carga de sorna e ironía. No se preocupa (ni necesita) en cuidarse al momento de detallar al mínimo los actos, totalmente extravagantes, y aún así hay muchos momentos geniales: por más estrafalario que sea lo que nos describe no llega a ser vulgar.

En “Cock” hay también otra voz además del primer narrador, que no es de ningún personaje: como si algún dios, o algo superior se manifestase intercalando al narrador. Esta voz me hace recordar a aquel coro griego que aparece en “Mighty Aphrodite” (“Poderosa Afrodita”) de Woody Allen; aquí esta voz surge también, anunciando y guiando lo sucedido.

Ambas historias son totalmente bizarras, hilarantes por muchos momentos, salvo aquellos en que el autor se enfrasca en detallar alguna historia en la que el personaje principal se ve envuelto: sobre el señor Wiggins y su esposa sub-Carol, en el capítulo siete de “Cock”, por ejemplo. “Bull” la encuentro mejor lograda, pues las relaciones de los principales personajes (John Bull y el Dr, Alan Margoulies) ramificadas en cortas historias son igual de cómicas que la relación entre ellos. Así, encontramos la relación con Naomi, la esposa del Dr. Margoulies; los compañeros del equipo de rugby de Bull; el breve pero muy jocoso relacionamiento con la travesti Ramona; las aventuras del Dr. Margoulies junto al pervertido Dr. Krishna Naipaul. El resultado final es muy divertido.



Will Self (1961) es un periodista y escritor inglés, formado en filosofía en Oxford. Fue historietista en New Statesman. Su primer libro de cuentos “The quantity, Theory of insanity” de 1991, se llevó el Premio Geoffrey Faber Memorial del mismo año. Self llegó a la Bienal do Livro de São Paulo en 1994, donde pasó casi desapercibido, aunque ya habían dos libros de él editados en portugués: el del presente post y “My idea of fun” (“Minha idéia de diversão”), ambos editados por “Geração Editorial”. Luego vendría la publicación de “Great apes” (“Grandes símios”), “How the dead live” (“Como vivem os mortos”), “The book of Dave” (“O livro de Dave”) y la última “The butt” (“A guimba”), estas cuatro últimas editadas por Alfaguara Brasil, haciéndolo regresar a este país en el 2007, en aquella ocasión a la FLIP (“Festa Literária Internacional de Paraty” ) en Rio de Janeiro.

Self, consumidor de drogas duras desde los doce años, tuvo mucho destaque en la prensa amarilla británica cuando era reportero del “Observer”, por ser pillado consumiendo heroína en el baño del avión del Primer Ministro John Major en 1997.

Nunca había escuchado hablar de este autor, y, buscando libros de él por internet, en nuestro idioma, solamente encontré “Grandes simios”, editado por Anagrama. Me imagino que debe haber –como lo hay en portugués- traducciones de otros libros suyos, y por haber hecho una búsqueda ligera no los encontré. Sería una lástima, que no haya otras obras de Will Self traducidas y editadas en español.

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