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martes, 31 de julio de 2012

Kami no Shizuku 神の雫 - Las gotas de Dios, capítulo 1



Kami no Shizuku tuvo tanto éxito que hasta grabaron un dorama (1) de nueve capítulos con tintes humorísticos, tal y como es el manga, aunque hay también varias diferencias: lo abrevian considerablemente: aquí no son doce sino seis los apóstoles; la herencia no es de veinte billones sino dos billones de yenes en vinos; entre otros detalles. 

 

 Así como el manga esta serie está destinada a los jóvenes y para llegar a ese público objetivo en los papeles principales están Kamenashi Kazuya como Kanzaki Shizuku (el que decanta desde las alturas), y Tanabe Seiichi como Tomine Issei (de gran parecido físico con el personaje de la historieta).




 Así como el manga aquí se encontrará información acerca de terroir; cosechas; cepas; decantación; y claro, vinos. Otro detalle es ver la cristalería Riedel que ostenta Tomine Issei en su estudio; también aparece en un canto cerca a la ventana una bolsa con la marca en la pequeña oficina donde Kanzaki Shizuku es destacado. 



 Aunque todos los actores cumplen su función, particularmente los personajes que mejores actuaciones tiene son el de Tomine Issei y el de Honma Chosuke-san, el experto en vinos italianos, interpretado por el actor nipón Taguchi Hiromasa, quien quiebra el hielo con su humor muy natural en muchas de las escenas: no necesita hablar para hacer reir, él es muy gestual, tal como un personaje de un manga. Otro personaje con estas características es el de Shinohara Miyabi interpretado por la actriz Naka Riisa; ella puede parecer sobreactuada, exagerada, pero la gran mayoría de japoneses son así en el cotidiano; para expresar sorpresa, o cuando les gusta algo o les desagrada, hacen gestos y/o chillidos que intercalan en las conversas, allá eso es de lo más normal.


 


Un alma caritativa (2) subió los capítulos subtitulados al castellano. Sospecho que en Polvos Azules allá en Lima se debe encontrar, así como se encuentran todos los animes que uno pueda imaginar subtitulados al castellano. Si el Jr. Quilca y alrededores es un pequeño paraíso en libros originales, Polvos Azules lo es en dvd’s, estos sí, copias. 







 

 
Los subtítulos hacen una mención aparte y detallada cuando en el diálogo comentan términos a tener en cuenta, como terroir por ejemplo. También, quien subtituló este dorama se tomó el trabajo de hacerlo hasta cuando abren un periódico, un libro o un sobre, apareciendo el significado en nuestro idioma de los ideogramas japoneses; se agradece. 


 

 
Aunque la cultura japonesa me atrae nunca había visto un dorama, pero este que está basado en el manga lo he visto entero. Me parece una forma diferente y divertida de comenzar a entrar en el mundo del vino. Ya me imagino a los jóvenes japoneses entrando a las tiendas “Yamaya” en los centros comerciales “Jusco” procurando por los vinos que aquí van apareciendo.  


 

 
En este primer capítulo hablan de maridaje o “mariage”. Todos los caldos que aquí aparecen son franceses.


(1)            drama”; el japonés no pronuncia dos consonantes juntas, salvo la combinación “ts” en “tsu”: si te llamas Cristina serás “Kiristina”, aunque su pronuncia es tan rápida que casi no se nota.

(2)            Los nicks de las personas que subieron los vídeos a youtube : Parte 1 y 2 por asiandoramas; del 3 al 7 por AnaCristinalove.

domingo, 29 de julio de 2012

Demonio de los Andes Quebranta, con música y comida peruana


Viña Tacama
Demonio de los Andes
Acholado  /  Quebranta
44% Grad. Alc.
D.O.C. Valle de Ica, Perú.

Aquí nos damos una licencia: las bebidas de estas dos botellas obviamente no son vinos, pero al ser un destilado de uvas lo subiré aquí. Si estuviera aún en Suzuka, estas dos botellas no hubieran durado una noche. Ahora lo degustamos con calma, como debe ser, puesto que su graduación alcohólica es alta. 

Estas dos marcas de pisco son las que se encuentran en las vinotecas de aquí de Curitiba, y, aunque no tengamos la copa tulipán diseñada especialmente para esta bebida no es impedimento para degustar nuestra bebida bandera sobretodo en fechas tan especiales como esta.

Es cierto que nos gusta el pisco sour, a C le fascina, pero también es cierto que me produce cierta tirsteza al prepararlo: es como hacer sangría con vino, o ponerle hielo al whisky: el pisco, así como esas diferentes bebidas son para degustarlas tal y como son y no rebajarlas mezclándolas con otros productos; puedo estar equivocado pero  esa es la idea que tengo, es como faltarles el respeto, aunque confieso también que esa nostalgia se me pasa rápido con el pisco sour ya en las copas. También, por ser de tenor alcohólico mucho más elevado que el vino no se puede degustar con tanta frecuencia entre dos personas, ya en grupo la cosa es distinta. Además aquí también tenemos el incoveniente de no encontrar más variedades que estas dos que ahora están en nuestra mesa. Hace unos años, cuando no se encontraba pisco por aquí habíamos traído justamente estas marcas, pero desde hace un año se encuentran en las vinotecas de la ciudad, obviamente a un precio más elevado que en Lima, pero hacía tiempo que no bebíamos nuestra bebida bandera así que ni modo. 




Regresa / Mi propiedad privada, Eva Ayllón


 
Demonio ... Acholado

La variedad "Acholado" es la mixtura de la diferentes uvas como la Quebranta, Italia, Albilla, Negra Corriente, o sea un blend, pero en este caso la etiqueta no indica qué cepas se utilizaron.

A la vista, se puede ver en la fotografía, totalmente cristalino, llega a ser brillante, y hasta ahí no más puesto que no lo hemos abierto aún. 




Huérfano pajarillo, Raúl García Zárate y Manuelcha Prado 

 
Demonio ... Quebranta

A la vista: igual que el anterior, transparente y brillante. En nariz, aunque su graduación es alta no es lo alcohólico lo que resalta en esta fase: algo almendrado, también algo afrutado, sensación media dulcete, como de piña. En boca, es cítrico, lo almendrado de nuevo aparece, cálido en boca sin llegar a raspar al pasar por la garganta. 








Los viejos verdes, Rafo Ráez & Los Paranoias 

Este vídeo debe ser de la primera mitad de los 90's, parece casero, se nota los inicios -en vídeo- de este gran rockero peruano, con difusión cero en las radios pero aún así uno de los mejores en su género; su música -cds comprados en el Jr. Quilca, cuando hay la oportunidad- la llevamos con nosotros y suena por donde vayamos, desde la isla hasta aquí en Brasil. 



Ananau, Alborada


La flor de la canela, Juan Diego Flórez 


Antes de un lomo saltado, un pisco sour, y después, pisco puro, con unos chocolates Marabou Helnöt va como los dioses, celebrando así nuestro aniversario patrio a lo lejos, escuchando y viendo a Eva Ayllón; a los maestros Raúl García Zárate y Manuelcha Prado; al grupo Alborada; diversos temas de Rafo Ráez & Los Paranoias; y hasta encontramos un vídeo de “La flor de la canela” de Chabuca Granda interpretada por Juan Diego Florez con el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel.

¡Felices Fiestas Patrias! 

viernes, 27 de julio de 2012

Kami no Shizuku 神の雫 - Las gotas de Dios



Esto hasta puede ser un refrito pero tal vez por ahí existan personas que, así como yo, desconocían de estas ediciones. Aquella es la portada original en japonés de este original trabajo.

En este no tan nuevo manga estaremos ante una dura batalla, pero en vez de clásicas espadas samurais, o robots, naves y armas futuristas, aquí se utilizará la vista, el olfato, el paladar, para entrar en los más recónditos lugares de la memoria y el alma, blandiendo copas, decantadores, y saca-corchos, con el único fin de develar “Los Doce Apóstoles” y hacerse de la herencia: la colección de vinos avaliada en veinte billones de yenes, guardados y resguardados en la bodega que la mansión de estilo europeo en pleno Japón del sensei atesora.



Kanzaki Shizuku es un joven despreocupado, hijo del renombrado crítico de vinos Kanzaki Yutaka, quien a su muerte dejará por medio de Ryoko Saryu, su abogado, su último pedido a manera de testamento: varias pruebas para descubrir los que él llama “Los Doce Apóstoles”, entiéndase: vinos maravillosos, que tendrán que descifrar a qué bodegas pertenecen y qué añadas son. Pero si ya es difícil descifrar los vinos, lo será más todavía cuando sepa que el duelo es con Tomine Issei, joven y renombrado crítico de vinos, poseedor de un gran talento como de un enorme ego por saberse tan diestro como su sensei, es el llamado a reemplazar en el mercado nipón a Kanzaki Yutaka, quien además lo adoptó como hijo una semana antes de su deceso. Otro problema es que Kanzaki Shizuku siempre desdeñó la pasión de su padre hacia los vinos, dándole poca o nula importancia, sin saber que desde niño fue  sistemáticamente educado en conocer y reconocer los más diversos aromas, hecho que vendrá a recordar durante el transcurso de la historia. Él está totalmente alejado del mundo del vino también por su disgusto de ver a su padre siempre al lado de una botella de esta bebida, enrostrándoselo, creyéndolo un borracho más. 




Desde el primer cuadro de la página cinco –de acuerdo con la página web donde puede ser leído que adjunto al final de la entrada- que es donde comienza el primer capítulo ya hay detalles indicadores que para quienes tengan alguna costumbre o conocimiento acerca de vino y el mundo que lo rodea podrá percibir fácilmente: “… it pour like fine ice into the Riedel glass…” (“…al vertirse es como un fino hielo en la copa Riedel…” –en traducción libre-). La cristalería austriaca Riedel es quizá la de más renombre y la más famosa en la creación de copas para las diferentes variedades de vino que existen. Normalmente hay copas para tintos, blancos y espumantes, pero en realidad existen copas para cada uva utilizada en un vino. Un mismo cabernet sauvignon bebido en una copa normal no sabrá lo mismo que en una copa hecha especialmente para degustar vinos de esta cepa. No es palo cuña’o, es pura física. Riedel es la empresa que también hizo copas con la forma ideal para la degustación del tequila y el pisco, luego de conversaciones y trato directo con los respectivos órganos gubernamentales (mexicano y peruano), y hace poco anunció las conversas con el gobierno brasileño para crear copas especiales para la cachaza, y la marca llegará directamente al mercado abriendo sus propias tiendas en suelo brasileño, pero eso ya es tema para otra entrada. Regresando al manga: desde la mención del uso de copas Riedel, hasta ver la forma correcta de cómo agarrar la copa por el tallo de ésta, y no abrazando las paredes de la copa pues se puede alterar la temperatura del vino por el calor de las manos, todo esto es graficado en la primera página del Kami no Shizuku.







Y es que el beber vino, a diferencia de otras bebidas, conlleva a todo un ritual, tornándolo un juego donde la recompensa es el disfrute máximo de esta divina bebida. Más en el caso de los personajes de este manga quienes en el largo transcurrir de la historia (son veinte libros o capítulos) degustarán, aprenderán y conocerán vinos que así no más no están al alcance de simples mortales -como nosotros por aquí-, a ejemplo de esto apreciamos en la segunda página (pág 6) el primer caldo en aparecer: un Richebourgh de la casa Domaine de la Romanée Conti, cosecha 1990, o sea, un Grand Cru de una de las mejores cosechas.


Todos los vinos que en estos capítulos desfilarán existen en la vida real, y, en su gran mayoría son caldos franceses e italianos, los de las casas más renombradas, y como si fuera poco, de las mejores añadas, esto significa también: carísimos. Por ejemplo, aquel Richebourgh dependiendo la cosecha, oscila entre los RS5,500 ($2,700, dólares aprox.) y RS 21,000 ($10,500, dólares aprox.) cada botella aquí en Brasil. El de la añada 1990 –una de las mejores cosechas de esta casa- que aparece al inicio de este manga cuesta aquí en Brasil RS19,350 (casi $10,000, dólares) la botella. 


  


Un detalle a tener en cuenta son las descripciones que los personajes hacen de los vinos que van experimentando: esas calificaciones clásicas de los aromas y sabores que van encontrando son relegadas, no siendo las más importantes y sí sus particulares descripciones, más románticas, líricas, poéticas, comparando las sensaciones que el vino le ofrece con las pinturas, paisajes, músicas que en en el transcurso de su vida han conocido, como por ejemplo la descripción del Chateau Mouton Rothschild cosecha 1982 es comparada por Tomine Issei con la obra maestra “El Ángelus” de Jean François Millet; o la comparación del “Chateau Mont-Perat cosecha 2001” con el grupo inglés “Queen”: en ambos ejemplos las descripciones, comparaciones y razones de los porqués son sabrosas. 











Como todo manga hay algunos personajes que se encargarán de traer el humor a la historia, como la joven sumiller Shinohara Miyabi quien ayudará a Kanzaki Shizuku en las investigaciones de cada vino que él tenga que develar. Ambos acostumbrarán reunirse en el bar del profesor sumiller de esta, Fujieda Shirou-san, personaje misterioso, calmo, pero con conocimientos suficientes acerca de vinos, regiones, cepas y demás, y que de alguna manera orientará a Kanzaki Shizuku a descubrirse como todo un sumiller. 












No es nada serio o aburrido, se han informado muy bien acerca del tema que es realmente amplio, y a la vez cuenta con la característica de los personajes japoneses: en lo gestual, llegan a ser exagerados dependiendo el momento, además de los trazos lineales en los dibujos, también aquí no hay esa predominancia de los ojos absurdamente redondos. 






  


Durante las conversas y la búsqueda de información los personajes tendrán experiencias con “vinos más terrenales”, aprendiendo sobre taninos, “terroir”, “blend”, “bouquet”, decantación, cepas, maridajes, temperaturas, fermentación, etc, temas que surgirán naturalmente en sus conversas a modo de explicarnos a los lectores todo lo maravilloso que hay por descubrir en el mundo del vino y su entorno, todo con un lenguaje fácil, intercalando esta amplia información con bromas y situaciones de buen humor. 









 Los mangas se encuentran fácilmente en cualquier kombini –especie de mini-market, como “Seven Eleven”; “am pm”; “Lawson”, etc- de cualquier ciudad japonesa, y, aunque generalmente están dirigidos a niños y jóvenes –dependiendo el tema- son devorados por todo tipo de personas. Se leen rápidamente durante los traslados en tren y descartado con la misma rapidez que fue adquirido y leído. Éste en particular está dirigido a jóvenes y el éxito fue tan abrumador que llegó a sentirse en el mercado de los países donde fue difundido. Ejemplos: después de ser mencionado en el manga se vendieron cincuenta cajas en un solo día del “Chateau Mont-Pérat”; en Taiwan se incrementó la venta en un 30% del  “Umberto Cosmo's Colli di Conegliano Rosso” luego de aparecer este vino en el manga; en Corea del Sur se incrementó la venta de vinos en un 70% luego de conocerse este manga; luego de aparecer el capítulo final –y con esto ya lo estaré develando, aunque no mencionaré la añada- la venta del “Chateau Le-Puy” se incrementó significativamente en Japón. 



Portada de la edición en francés editado por Glénat. 



Portada de la edición en inglés. 




 
Tadashi Agi y Shu Okimoto son la pareja de hermanos que crearon esta serie de manga en el 2004 y rápidamente tuvo un éxito inesperado en Japón, llegando a desbordar las fronteras de la isla, y repitiendo el éxito en varios países del mundo, llegando a Taiwan, China, Hong Kong, para luego llegar a ser traducido y editado en Francia (“Les gouttes de Dieu”), y hace poco en inglés (“The drops of God”) para el mercado norteamericano. En el 2010 la prestigiosa revista francesa especializada en vinos “La Reveu du Vin de France” otorgó el “Le prix spécial du juri” a esta pareja de hermanos por el éxito obtenido con la traducción y publicación al mercado francés. 

¿Y a lo largo de la historia hay mención de vinos sudamericanos? Hay que repasar la historia para saber.

En la siguiente dirección se puede disfrutar en inglés –mejor que el japonés- cada página de los libros: 

mangareader.net 



Para tener una idea de los precios de los vinos top en el mercado brasileño: 

vinhosmillesime.com.br 



lunes, 23 de julio de 2012

El candelabro de los siete brazos, Rafael Cansinos-Assens




Primera edición : 1914
Alianza Editorial, 1986 

Mucho antes de concluir la lectura de este libro pensaba: cuánto me estoy perdiendo con no leer a los escritores españoles, si Rafael Cansinos-Assens (Sevilla, 1882 – Madrid, 1964) siendo uno de los menos publicados y probablemente menos difundidos –al menos en Perú- escribe de esta manera, tan magistral, logrando develar con estos poemas en prosa toda la belleza que el idioma castellano puede alcanzar.


“¡Oh hombres ya marchitos! ¿Qué otra dicha podemos ya esperar sino la de entregarnos al sueño, cuando nuestras mejillas se ponen encendidas por nuestros soliloquios y nuestros recuerdos removidos nos dan la pesadez de los que se embriagan?

¿Qué otra cosa podíamos hacer, ¡oh hombres marchitos!, que permanecer en la casa, cuando ya en la ciudad todos han hecho su elección y las calles están llenas de parejas enlazadas?

¿Qué otra cosa podíamos hacer que recatarnos tras las celosías, cuando ya nuestra hora pasó, ¡oh hombres marchitos!, que somos ya semejantes a los senos que se recogen, después de henchir los labios de los niños?”

Pág. 62


Aquí en Brasil no existe traducción al portugués de algún libro suyo, y en Perú recuerdo haber escuchado o leído “algo” de él porque en textos y/o entrevistas Jorge Luis Borges lo menciona con frecuencia, refiriéndose a él siempre de “maestro”, tal y como aparece en el prólogo de esta edición, que es un bocado a más, donde con su elegancia característica pareciera inclinarse a él tal como un musulmán lo hace hacia la meca, pero el plato fuerte sin duda alguna son los psalmos del sevillano. 

A través de sus metáforas hace parecer sencillo lograr un lenguaje tan directo, y sus sentencias tan contudentes te dejan en el aire; cuenta con la calma irritante de quien pareciera llevar la verdad consigo.

La amargura de los hombres maduros que, en medio de la noche, solitarios y desposeídos, evocan los amores de su juventud y se admiran, como jugadores que han tenido en su mano una fortuna.

La amargura de los hombres maduros, que, en medio de la noche, vagan como los cuervos sobre los restos del día, y cuyos encantos ya no tienen poder para seducir uma ramera.

La amargura de los hombres maduros, a quienes un resto de esperanza hace caminar a través de las calles como cortesanas, y cuyos ojos opacos no logran conmover ni a la luna.

La amargura de los hombres maduros, que, en medio de la noche, no tienen otra compañía que su sombra, y ante los cuales se abre un abismo ancho y profundo como un osario.

La amargura de los hombres maduros, transnochadores austeros, a quien en medio de la noche mil luces claras revelan su triste soledad y cuyo corazón no puede ni engañarse a sí mismo.

La amargura de los hombres maduros, a quien tiene en las calles, en medio de la noche, el miedo a estar más solos y la perspectiva de su lecho blanco como un sepulcro.

(Pág.113 y 114)


La menorá que aparece en la portada es desde hace tres mil años el símbolo más antiguo del judaísmo, e incluso forma parte del escudo de Israel. Cansinos-Assens estuvo siempre interesado en abarcar los temas judíos ya sea desde sus ensayos (“Los judíos en la literatura española”, 1937), o novelas (“Las luminarias de Janucá”, 1924 ) o recopilar textos, muchas veces traducidos por él (“Cuentos judíos contemporáneos, 1920), porque además de literato era traductor, siendo estos trabajos parte de su enorme legado. Cansinos-Assens es el culpable de traducir del ruso al español las obras de Fiódor Dostoievski, Leonid Andréyev, Iván Turgéniev, Liev Tólstoi y Máxim Gorki; del francés a Honoré de Balzac, y “L’Enfer” –“El infierno” (Borges se sorprende por el olvido de esta obra ¿Acaso habrá alguna reedición?)- de Henri Barbusse; del alemán a Johann Wolfgang von Goethe y Friedrich von Schiller; del inglés los “English Traits” de Ralph Waldo Emerson; del griego la obra de Juliano el Apóstata;  del húngaro a Max Nordau; además de encargarse de traducir “Las mil y una noches”, esta última publicada en México. 

Fue un coleccionador de idiomas. Se jactó una vez de poder saludar a las estrellas en catorce lenguas clásicas y modernas.
Borges lo recuerda así en su prólogo. Esto sembró muchas dudas al respecto de si realmente dominaba tantos idiomas; quizá haya algo de verdad, pero probablemente haya también mucho de envidia.

En estos escritos transmite mucha serenidad hasta en descripciones de momentos difíciles; es extraño pero la tristeza plasmada en el libro me fue reconfortante. El recorrer algunas de sus páginas nos devela también una persona  con una inteligencia superior, además de transmitir aquella sensibilidad, sello característico en todo poeta; el joven Cansinos-Assens se devela un arquitecto con las palabras. 






En la inconsciente mescolanza de idiomas que a veces suele reinar en esta casa el darme con este libro resultó como un salvavidas del idioma castellano, aquel idioma que queremos que S sepa apreciar y cultivar es éste, o lo más parecido a éste. He demorado en leerlo pues hay que saborearlo y darle su debido tiempo y momento, no es un libro todo-terreno para ir con él por donde vayas. 

Algunos de sus hermosos escritos aquí reunidos son soberbios, muchos son simplemente sublimes; en tierras donde el castellano es un idioma extranjero, el destino jugó nuevamente a nuestro favor.

domingo, 22 de julio de 2012

Beni Duilio Castellani, Chianti Classico Riserva 2008



Castellani Winery
Beni Duilio Castellani, Riserva 2008
Chianti Classico
13% Grad. Alc.
D.O.C.G. Chianti
Florencia, Toscana, Italia.

Uno de los clásicos maridajes son el de pizza con chianti: no tiene pierde, más si la pizza no tiene entre sus ingredientes alguno con un sabor fuerte que acapare todas las atenciones como las anchoas de la entrada del albariño charrúa de hace unas semanas. Ya con una de champignones, tomate seco y rúcula, éste ingrediente último utilizado muy frecuentemente en la culinaria brasileña, el chianti casa muy bien. 

Los Chianti son quizá los vinos más populares-famosos-conocidos de Italia, aunque bajo el mismo nombre se agrupe vinos de muy diversas variedades y calidades, desde los más renombrados hasta hace algún tiempo los botellones que vienen revestidos con paja. 

Los "chianti classicos" son de la región más antigua, entre Florencia y Siena, y tienen que poseer como mínimo en su elaboración 80% de uva sangiovese, a diferencia de los “chianti normal” que tienen que poseer como mínimo 70% de esa uva, pudiendo ser el restante elaborado con canaiolo e inclusive con cepas extranjeras como merlot y cabernet sauvignon siempre y cuando cada una o entre sí no pasen del 12% en la elaboración. Además, y como si fuese poco, si este rótulo (Chianti Classico) viene aompañado de la palabra “Riserva” significa que el caldo estuvo envejecido en barriles de roble como mínimo por dos años, pudiendo tener algún otro tiempo en botella. Ojo, esto es sólo con el “Chianti Classico Riserva”, que es el vino de esta entrada, pero hay otras siete variedades de Chiantis: Chianti Colli Aretini; Chianti Colli Fiorentini; Chianti Colli Sinese; Chianti Colline Pisane; Chianti Montalbano; Chianti Montispertoli; y Chianti Rúfina, cada cual con sus particularidades y de seguro muy diferentes entre sí, siendo todos Chiantis. 

El vino de esta entrada no trae qué cepas se utilizaron en el 20% restante para su elaboración, pero sí sabemos que un 80% es sangiovese. 

A la vista, de un rojo cereza con bordes color teja, de capa ligera, denota corpulencia mediana. En nariz, frutos rojos de una intensidad considerable, un toque de vainilla también. En boca, una leve sensación a clavo de olor y un punto de pimienta; de taninos sedosos, bien estructurado, elegante, de una densidad inesperada para lo que imaginaba de un chianti, no llega a ser corpulento pero cuenta con una densidad que llega a la mediana; de final corto para mediano con un retrogusto muy afrutado, persistente. 


Un muy buen chianti de excelente rpc ($19,90 –dólares- éste y el siguiente caldo italiano por descorchar, en algún duty free) que acompañó perfectamente nuestra noche de pizza.

viernes, 20 de julio de 2012

León de Tarapacá Merlot 2010 / Tsantali Metoxi Chromitsa Red, Limnio - Cabernet Sauvignon 2008



Viña Tarapacá
León de Tarapacá
Merlot 2010
13,5% Grad. Alc.
D.O. Valle Central, Chile. 

Vera y Sander llegaron de visita ofreciendo esta botella y además un embutido, “Cracovia”, que por aquí –creo, la verdad no he buscado, pero tampoco lo he visto- no se encuentra sino en Porto União, ciudad del estado de Santa Catarina, cerca con la frontera del Paraná. 

Primero el “Cracovia”: ya hemos estado en Porto União de visita con ellos y recuerdo haber ido a la charcutería de aquella industria (“Rossa, -hasta aquí me encuentro con ese nombre- Indústria e Comercio de Carnes”), y, aunque no soy tan adepto por los embutidos confieso que este “Cracovia” se me hace irresistible. Es un tipo de salame curado con un toquecito de ahumado, de sabor marcante, diferente, pareciera amaderado, y hasta medio “jugoso” aunque no sé si ese sería el adjetivo adecuado, igual es algo muy diferente a lo que había probado hasta entonces. 

Si va con un joven merlot no sabíamos pero probando y aprendiendo. 

El vino que gentilmente trajeron es de la Viña Tarapacá, cuyos caldos son una presencia constante en el mercado brasileño, desde esta, su línea de entrada, hasta el Gran Reserva de etiqueta negra, y aún así hasta ahora no habíamos tenido la oportunidad de experimentar alguno. 

A la vista, de un rubí tenue, no es brillante; denota poca corpulencia. En nariz, ciruelas rojas, sorprende con una agradable aromaticidad que se percibe desde el descorche pero esta sensación se desvanece, es efímera, tornándose suave rápidamente, como si estuviese esperando la retirada del corcho para salir. En boca, de taninos suaves, de poca corpulencia; a pesar de sus 13,5% de graduación no se percibe alcohólico; cuenta con un rico amargor, de final corto con retrogusto leve, afrutado, como de mermelada. 

Es un vino joven que agradó beberlo solo, y con el cracovia no estuvo mal, el ahumadito del embutido resaltaba con la suavidad de este tinto. Antes de pasar al siguiente caldo debo remarcar: la honestidad de varios vinos de entrada chilenos y argentinos, tanto este León de Tarapacá como los Alfredo Roca -por citar tan solo uno- son vinos que se sabe no serán memorables pero son honestos al brindar lo justo, lo necesario, no pretenden más, y de hecho sirven para conversas amenas en cualquier momento, y también claro, para conquistar más adeptos al vino. 

Y como la reunión estaba animada aproveché la oportunidad para experimentar con el siguiente tinto. 







Evangelos Tsantali 
Metoxi Chromitsa Red 2008
Limnio – Cabernet Sauvignon
13,5% Grad. Alc.
Monte Athos; Grecia. 

Con esta botella cambiamos radicalmente las uvas, el terruño y el país, y de Chile nos mandamos hasta Grecia, con otro ejemplar de la casa Tsantalis, ahora un bi-varietal con cabernet sauvignon y limnio, uva originaria de la Isla de Lemnos, en el Mar Egeo griego. Esta isla es donde transcurre la leyenda recopilada por Homero, la cual versa sobre la primera parada de Jasón y los Argonautas durante la búsqueda del Vellocino de Oro, así llegan a esta isla y la encuentran habitada solamente por mujeres pues estas habían matado a todos los hombres por haberles sido infieles con mujeres tracianas. 

Esta uva es tan o más antigua que esa leyenda de la mitología griega y en este caldo de entrada de esta línea está trabajada junto al cabernet sauvignon, aunque no indiquen los pocentajes utilizados para cada cepa. 

La ironía con la cepa limnio es que en la isla donde es cultivada para esta bodega está prohibida la entrada de mujeres y también de niños. 

El Monte Athos alberga en la actualidad veinte monasterios ortodoxos que conforman un territorio autónomo aunque con soberanía griega, de los cuales los monjes del Convento de Chromitsa –de ahí el nombre de este caldo, el primer nombre “Metoxi” significa: “viñedo del convento”- del Monasterio de San Panteleimon (San Pantaleón) –aparece el diseño en la etiqueta- cultivan los viñedos desde la década del ’70, cuando el fundador de esta bodega, Evangelos Tsantalis, pidió refugio a los monjes durante una tormenta, al concluir ésta pudo ver unos viñedos descuidados ahí y propuso a los monjes el recuperarla y cuidar en adelante del cultivo de la vid con asesoramiento de gente de la bodega. 

A la vista, es de un rojo obscuro con bordes medios ocres, y a pesar de esa característica llega a ser algo translúcido, de capa media; denota poca corpulencia para lo que esperaba de un corte con cabernet sauvignon. En nariz, aromas discretos, ciruelas negras, casís. En boca, la primera sensación es la de fierro oxidado: extraño, no incomoda, tampoco agrada, pero sorprende, es algo diferente, esta sensación va desapareciendo con el tiempo; de acidez notoria que no llega a incomodar en ningún momento, no es desequilibrada; de poca corpulencia y de suave tanicidad. De final corto con retrogusto a ciruelas negras, aunque leve. 

No desentonó, pero tampoco entusiasmó. Al ver que este blend tiene cabernet sauvignon esperaba algo más de cuerpo tanto en boca como en el visual. Le falta carácter, tal vez lo encuentre en una categoría superior de esta misma línea o en una añada más reciente, ésta última si es que acaso la encuentro. Probablemente haya que probar más tintos con la uva limnio. 

No mella en nada nuestra curiosidad por conocer otros vinos griegos, de uvas tan intrigantes como su historia y mitología. 

Tampoco desentonó con el cracovia, esa sensación de leve acidez marcada del vino como que baja la grasitud del embutido.
 


Fuentes

-         El delicioso cracovia y otros fiambres se encuentra en:

Rossa, Indústria e Comercio de Carnes
Rodovía Santa Catarina (SC) 302 – Km. 15
Teléfono (47) 3674-0102
São Miguel da Serra, Porto União, Santa Catarina.

-           Acerca del Monte Athos : Wikipedia


-         La sabrosa crónica “Vino y religión – Athos, vino sí, mujeres no” de Rudolf Knoll para la revista española “Mi Vino” que vale leerla entera, la encuentran aquí