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sábado, 28 de abril de 2012

Phebus Chardonnay Reserva 2010



Bodega Fabre Montmayou
Phebus Reserva Chardonnay 2010
14,5% Grad. Alc.
Vistalba, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina. 

Ya teníamos este chardonnay por aquí desde antes de beber el torrontés argentino. Aunque son pocas las veces que experimentamos con la cepa del vino de esta entrada, no nos había entusiasmado –hasta ahora- tanto como aquel torrontés o el chenin blanc sudafricano. Este chardonnay de una casi desconocida –al menos por aquí- Bodegas Fabre Montmayou sorprendió muy gratamente por cómo trabajaron este vinito, encontrando un muy buen caldo a un precio respetable. 

Hervé Joyaux Fabre es un francés de Burdeos proveniente de una tradicional familia vitivinícola de esa ciudad francesa. Llega a la Argentina donde se hace de unas tierras en Mendoza -corría 1992- comenzando a elaborar sus vinos con la experiencia adquirida en su país y con las bondades que el suelo y clima de esa región argentina le ofrecía. 

Es de un amarillo algo dorado, muy vivo. Olor a manzanas, que no es fuerte pero está ahí, una leve sensación mantecada también, agradable sensación. En boca es muy fresco, hay una sensación como melosa, diferente, rica; equilibrado, como suelen ser los caldos de esta cepa, sorprende encontrarlo a un precio económico, acompañó muy bien nuestro sashimi de salmón. 

 Cuando pensamos en abandonar algo –en detrimento del torrontés “descubierto”- que no habíamos adoptado del todo –el beber la cepa chardonnay- nos deparamos con este correcto ejemplar argentino, que hace imaginar que sus líneas mayores deben ser todavía mejores. Eso sí, no creo que aguante más en botella, o quizá no brindará este sincero disfrute que tuvimos ahora. 

martes, 24 de abril de 2012

Mi idea de la diversión, Will Self




 
Mi idea of fun, 1993 
Minha idéia da diversão, Geração Editorial, 2002
Traducción : Eliana Sabino 


Confieso que tras la lectura de Cock & Bull guardaba cierta expectativa por iniciar otra obra de Will Self, y aunque tenía ya en mi poder “Grandes simios” quería primero encontrar la obra de la presente entrada, pues ya la había visto por ahí, para así ir conociendo al autor en orden cronológico, dentro de lo que se puede, de lo que de él haya traducido. 

En “Mi idea de la diversión”  Self nos presenta a Ian Wharton, joven y hábil ejecutivo marketero que desde muy chico irá aprendiendo a desarrollar su memoria eidética con la ayuda del Sr. Broadhurst o Samuel Northcliffe como se hará llamar después –Ian lo llama “El Controlador Gordo”-, así, el bueno de Ian se mueve en dos mundos paralelos, el real y el de la fantasía, llamado éste último de “Tierra de las anécdotas infantiles” al que es inducido por el psiquiatra Hieronymus Gyggle o simplemente Dr. Giggle -nombre que me hace recordar a una película gore de inicio de los 90’s-. Mientras Ian se cree un tipo normal, con un gran empleo, y con su linda esposa Jane Carter, son aquellas sesiones las que le harán recordar todo lo animal que fue, y es: autor de actos que supera todo límite, como decepar a un  mendigo para luego violarlo –no sé si ese término sea correcto- por el orificio del cuello, hecho que es detallado al mínimo, y esa situación llega a ser “suave” comparada con lo que le espera a su mujer embarazada de ocho meses al final de la historia. 

La novela está dividida en dos partes, la primera está escrita en primera persona y llamada tal cual “Primera Persona” donde Ian es nuestro narrador. Ya a la mitad de la trama, llamada de “Tercera Persona” es un narrador omnisciente el que se encarga de guiarnos. Esta segunda parte es más densa y pesada pues los “viajes” a los que que Ian es inducido se presta para todo: “Alicia en el país de las maravillas” se queda corto ante tanta fantasía, aunque francamente aquí por muchos momentos aburre. 

Hay referencia a “Confesiones de un comedor de opio” de Thomas de Quincey, que pareciera ser el libro de cabecera del autor; se nota que Self admira esa obra, ¿y quién no? Si has visto “Fear and loathing in Las Vegas” y te gustó, puedes llegar a disfrutar tanto dislate aquí reunido, aunque es verdad que hay varios momentos en que dan ganas de tirar el libro a un lado. El personaje del Controlador Gordo, en quien Ian se refleja ante la total ausencia de su padre, es misterioso y muy atractivo: es elegante, culto, sereno, mordaz, decidido, pareciera que inmortal, y un grandísimo hijo de puta, todo lo que Ian no es en su presente, o sea, pareciera ser el Tyler Durden –el personaje de Brad Pitt en “Fight Club”- de Ian pero en grotesco, aunque esta posibilidad del alter ego queda en el aire, como muchas cosas en la historia. El narrador de la segunda parte del libro parece ser el mismo Ian recordando desde un futuro y narrándolo en tercera persona. Puede ser. En Perú ya tuvimos un presidente –el presidente Alejandro Toledo- al que le encantaba hablar en tercera persona, incluyéndose, como un personaje más en su parlamento, así que esa posibilidad no la descarto. 
Es un hecho que esta novela es algo totalmente diferente a lo que suele editarse, aunque reconozco también lo largo que se te hace terminarla. Pensaba: o lo amas o lo odias, aunque yo me ubico al medio, no rechazaría otra obra de este autor, aunque sea más fácil el hacerlo después de soplarte la segunda mitad de este libro. Yo le encuentro en esa forma irreverente de escribir una fortaleza, un diferencial que no hay así no más por ahí. En este caso en particular sus divagues se extienden y a veces mucho, pero cuando por momentos empieza a tornarse soporífero –y pareciera que fuese adrede, que el autor te quiere llevar a ese estado, para luego ¡Paf!, regresarte a la trama- hay un giro repentino que te devuelve a la acción, pero está más lograda en la primera parte que en la segunda. Es como la vida real, no a todo momento estás feliz o triste, aquí lo personajes entran a esos momentos de inercia para luego llegar a un límite, en esta novela muchas veces desbordarlo.  




Muchas cosas quedan en el aire, no sabes si Ian en realidad es un psicópata; si El Controlador Gordo existe; y si existe, si es inmortal; si el mundo real no lo es, siendo tan solo un sueño de ser “normal”, etc. Y eso es lo bacán de esta obra –salvo hacia el final- que te deja las posibilidades abiertas a nuestra interpretación. 

No creo que sea el libro más indicado para iniciar con este autor, pero, si enganchas con alguna otra obra de él –en mi caso fue “Cock & Bull”-, esta se hace más digerible. Valoro su sinceridad para escribir, más que una sacudida quiere aturdir, y lo consigue, pero como ya mencioné, se extiende en demasía hacia la segunda mitad del libro perdiendo el ritmo inicial. Igual no deja de ser una interesante historia de un aún más interesante escritor.   

domingo, 22 de abril de 2012

H. Stagnari Tannat Viejo 2008


Vinos Finos H. Stagnari Ltda. 
H. Stagnari Tannat Viejo 2008 
14,2% Grad. Alc. 
Viñedos La Caballada, Salto La Puebla, Canelones, Uruguay.

Este debe ser el “caballito de batalla” de esta vinícola: el muy premiado “Tannat Viejo”. Aunque el que encontramos es de la cosecha 2008 que, según la etiqueta posterior, juntamente con las cosechas ’00, ’01, ‘’05 y ’09 no ganaron reconocimiento o premiación alguna hasta el momento, éste ’08 tiene una complejidad mayor al “Tannat Premier” de la cosecha ’10 –que fue muy agradable, muy buenos recuerdos- bebido con anterioridad, dejando un disfrute diferente. Menciono esto de las “cosechas no premiadas” puesto que quizá éste sea uno de los pocos –sino el único- vino que en la etiqueta posterior carece de los detalles del productor y la verborrea marketera resaltando –a veces sobrevalorando- el producto; no, aquí no hay nada de eso. En esta etiqueta posterior viene, en forma de pergamino, detallados todos los premios recibidos por la bodega desde la cosecha 1996 hasta la 2010, menos las añadas mencionadas arriba, de lugares y paladares tan diversos, muchos distantes: desde su natal Uruguay, a Chile y Argentina pertenecientes a nuestra región, pasando por Canadá y hasta Francia, España, Eslovenia, Bélgica, Turquía y Hungría. Y a ese paso les faltará etiqueta para nombrar los lugares y reconocimientos que imagino continuarán recibiendo. En su etiqueta frontal aparece “Uno de los seis mejores vinos tintos del mundo”, y más abajo las medallas obtenidas en los diversos países. De los veintinueve premios recibidos hasta la fecha resaltan seis:

Añada ’98 - Premio Jurado País, Montreal, Canadá;

Añada ’03 – Gran Medalla de Oro, Catad’or NH Columbia, Uruguay; y Gran Campeón Hemisferio Sur (a nivel mundial) Eslovenia;

Añada ’07 – Mejor Vino Tinto, Vinalies, Chile;

Añada ’10 – Gran Bacchus de Oro, España; y Gran Medalla de Oro, Canadá.

Sin duda esta línea debe ser el orgullo de esta bodega uruguaya.

Al vino, que es lo más importante: a la vista, de un violeta muy obscuro, denota una densidad mayor a la habitual; demora en caer –no mucho, es cierto- el caldo por las paredes de las copas, agradable sensación visual; es untuoso. Su aroma se va intensificando con el decorrer de los minutos, ciruelas, frutas rojas, es muy aromático: tabaco, cuero, madera, es un aroma fuerte; no te envuelve, te golpea... ¡auch! Ya en boca, inicialmente de entrada te ataca una astringencia duradera, muy presente, agradable sensación. Hay un amargor muy marcado, como de cinco segundos de duración. Después, algo curioso se percibe en aquella sensación amarga: hay un punto de dulzor en el fondo que antecede a este amargor, un dulzor amelcochado, medio licoroso, para luego, el amargo, como de chocolate oscuro, nada de chocolate de leche, chocolate bitter. Es potente, mas no es del todo robusto. Después de una hora y poco esa breve sensación dulzona, licorosa, se acentúa, es más perceptible y más duradera. De final largo, no te pide, te exige comida. El disfrute es mayor con parrilla, con carne, brochetas de carne, cebolla, tomate y pimientos, ya con frios al inicio se aprecia menos.

¡Qué vinito!

martes, 17 de abril de 2012

Luigi Bosca, Reserva Malbec 2008 y Día Mundial del Malbec.




Hablar de la uva malbec es ipso facto pensar en Argentina, y hoy diecisiete de abril es la fecha escogida para celebrar “El Día Mundial del Malbec”.

Esta uva de origen francesa (Bordeaux, al sudoeste francés) fue llevada a la Argentina por el ingeniero agrónomo francés Michel Aimé Pouget entre 1850 y 1860 donde se adaptó fácilmente a las diversas regiones que Argentina posee, desde los Valles Calchaquíes hasta el sur patagónico la malbec argenta nos regala diversas expresiones frutos de los diversos terruños y el esmero de los muchos productores y profesionales que con trabajo y mucho talento nos ofrecen de buenos a memorables y varias joyitas, lamentablemente inalcanzables para el bolsillo de la mayoría de los mortales.


Michel Aimé Pouget y esposa.


Celebrado por vez primera en el 2011 la entidad “Wines of Argentina” escogió esta fecha por ser este día allá por 1853 cuando se presentó oficialmente el proyecto para crear la Quinta Agronómica de Mendoza, la primera escuela de agricultura del país, donde Pouget fundaría los cimientos de la vitivinicultura argentina.

Esta fecha es celebrada en más de cuarenta ciudades alrededor del planeta, siendo Lima una de ellas. En esta fecha los vinos argentinos de esta cepa tienen precios especiales y también hay diversas degustaciones. Nosotros aquí en casa abrimos un Luigi Bosca que teníamos ya hace un tiempo para acompañar nuestra cena.






Bodegas Luigi Bosca
Luigi Bosca Reserva
Malbec 2008
14,3% Grad. Alc.
Finca La Linda, Vistalba, Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina.



La línea de esta bodega tiene una fama ganada por aquí, hasta los que no la hemos bebido sabemos que estamos ante un vino que no te va a defraudar.


A la vista, es de un violeta muy vivo, brillante, denota corpulencia mediana para abajo, no llega a teñir las paredes de la copa; consigo ver el corcho dejado en la hoja de papel sobre la mesa a través del caldo; lindas lágrimas se forman en la copa cayendo lentamente. 


En nariz las frutas rojas son fácilmente perceptibles, es lo primero que presenta; hay algo de vainilla también; es muy aromático. A la tercera hora y poco lo más perceptible es un aroma a café, muy pronunciado. 

Ya en boca, taninos elegantes y suaves, lo que da em una leve sequedad; corpulencia mediana para leve; es amaderado, particularmente esto último no jode, pero podría joderte si eres de los que ya se hastió de los vinos amaderados, nosotros no; un punto de acidez perceptible, rico, equilibrado con el alcohol ligeramente perceptible, no hay esa sensación de quemazón a pesar de sus 14,3% de graduación alcohólica. Te deja un rico y suave amargor en el paladar, de final mediano para largo, con retrogusto a café. Un vino muy agradable, una experiencia más que interesante.


Aprovecho para dejar un video del bandoneonista y compositor Aníbal Troilo que acompañó esta cena, este vino, el celebrar esta fecha, y sobre todo el estar juntos.








Quejas de bandoneón - Aníbal Troilo


Fuente :

- Información sobre la cepa malbec en Argentina, "Wines of Argentina".

http://www.winesofargentina.org/

domingo, 15 de abril de 2012

Terranoble Reserva Carménère 2010



Viñedos Terranoble S.A.
Terranoble Reserva
Carménère 2010
13,5% Grad. Alc.
Valle de Colchagua, Zona Central, Chile.


Los caldos de Viñedos Terranoble son nuevos para nosotros. No recuerdo haberme deparado con algún ejemplar antes, y, como ya hace un tiempo no experimentamos con la cepa carménère, nos hicimos con tres ejemplares de distintas líneas de esta casa; este es el primero, en orden ascendente.

A la vista es de un violeta oscuro, denota mediana densidad. Su aroma se va descubriendo de a pocos, con el pasar de los minutos: pasas, su aroma es discreto. En boca muestra una leve sequedad, ligeramente alcohólico, esto no incomoda pero se percibe; de corpulencia mediana para abajo, taninos sedosos, de un rico –pero suave- amargor, de final mediano, con un leve retrogusto a tabaco.

Es un vino redondo, agradable, equilibrado, está lejos de ser memorable, pero que acompañará bien tu comida en un día cualquiera.

jueves, 12 de abril de 2012

Vieja Parcela Reserva Tannat 2008



Bodegas Castillo Viejo
Vieja Parcela Reserva
Tannat, 2008
Grad. Alc. 12,5%
Región San José, Uruguay


Los vinos de la Bodega Castillo Viejo tienen una presencia marcada en el mercado local con sus marcas Catamayor y Vieja Parcela, y este Reserva de esta última línea fue nuestra primera experiencia con vinos de esta casa. ¡Y qué experiencia! El vino sorprendió a los cuatro que estábamos reunidos para la cena.

A la vista es de un violeta oscuro, no denota mucha corpulencia. El aroma es muy persistente, es muy aromático desde el descorche, tiene mucha presencia. Frutos negros, algo de especias. En boca refrenda aún más el disfrute en lo olfativo: aunque tiene esa característica de potencia típico de esta cepa este vino es muy equilibrado, no es tan seco, de acidez igual de equilibrada; toques de moras, frutos negros, con un leve pero rico amargor; no es untuoso, de mediana corpulencia, no es aguado, de final mediano para largo, es un vino muy redondo, acompañó muy bien una sopa eslava y un guiso de carne con papas.

La Región San José se ubica entre las latitudes 30º y 35º del hemisferio sur, ubicación similar regiones de Chile, Argentina, Sudáfrica, Australia, y un cachito de Brasil. Añejado en barriles americanos entre seis y ocho meses.

Increíbles sensaciones despertó este ejemplar uruguayo, y lo más increíble es su precio: el tannat de la casa Bouza estuvo muy bueno también pero cuesta casi el doble, y aquí radica ese diferencial con este Vieja Parcela de Bodegas Castillo Viejo. Elegante y equilibrado.

jueves, 5 de abril de 2012

Nederburg Twenty 10, Cabernet Sauvignon 2008



Distell Limited
Nederburg Twenty 10, Cabernet Sauvignon 2008
2010 Fifa World Cup South Africa
14% Grad. Alc.
Paarl, Western Cape, Sudáfrica.


Este vinito tiene la particularidad de haber sido el vino oficial de la última Copa del Mundo de fútbol realizada en Sudáfrica hace un par de años. Tiene el sello Fifa impreso en las etiquetas anterior y posterior y un holograma adherido en la parte trasera de la botella, además de aparecer dicha mención también en la capucha. Si la marca Nederburg ya era conocida –al menos por aquí se encuentra con relativa facilidad, y en varias cepas- después de este mercadeo imagino habrá afirmado aún más su presencia entre los consumidores de vino en el mundo todo.

Visualmente: es de un ocre que llega a ser muy oscuro, casi negro, con bordes violetas. Denota mediana corpulencia. Sus lágrimas no son tan intensas. El aroma no llega a desbordar desde el descorche haciendo suyo el ambiente, no; pero de a pocos va mostrando sus atributos: frutas negras, a higos, algo de madera. En boca se refrenda la mediana corpulencia; de una sequedad equilibrada: no te llega a amarrar la boca, pero hay un leve sensación de astringencia: rico; frutas negras de nuevo, un ligero toque de madera, de final corto y un retrogusto tostado, con un toque de un rico amargor al fondo de la garganta. A pesar de sus 14 % de graduación alcohólica en ningún momento se percibió alcohólico.

Según la etiqueta posterior este vino aguanta de cinco a siete años, ahora que lo abrimos ya tenía cuatro, creo que llegando a cinco años empezará su declive. Ahora estuvo en su punto; agradable, no llega a ser memorable, pero acompaña muy bien la comida, que para este caso fue una muy rica pizza.