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domingo, 27 de octubre de 2013

Ponto Nero Brut Rosé



Domno do Brasil

Ponto Nero Brut Rosé

60% Chardonnay – 40% Pinot Noir

12% Grad. Alc.

Serra Gaúcha, Garibaldi, Rio Grande Do Sul, Brasil.



Si el brut normal ya había gustado y entusiasmado, este brut rosé no fue menos, lo que confirma la gran calidad de los vinos espumantes de Ponto Nero.

A la vista, es de un rojo intenso, muy vivo, de burbujas pequeñitas con mucha vivacidad y persistencia.

En nariz, el aroma a frutos rojos, fresas y frambuesas maduras es muy notorio, también se desprende algo de levadura.

En boca, la sensación afrutada se refrenda: fresas y frambuesas, y también algo más dulce, así como cerezas cherry en caldo. Es muy cremoso, de buena consistencia en boca, de final largo.

Esperamos equivocarnos pero estos Ponto Nero muy probablemente subirán de precio por el reconocimiento de algunas medallas con las que se alzan en el extranjero que sólo confirman la gran calidad del producto a un todavía bajo precio: RS 28,90 (US$ 13 aprox.) , aunque ya lo hemos visto a un precio mayor que ése. 

Una muy grata experiencia y de una excelente rpc, esto último difícil (sino imposible) de ver en un vino brasileño. 

sábado, 26 de octubre de 2013

Faces Fifa World Cup Brasil 2014™, Branco 2012



Lidio Carraro

Faces Fifa World Cup Brasil 2014™, Branco 2012

Chardonnay – Moscato – Riesling Itálico

13% Grad. Alc.

Vale dos Vinhedos, Bento Gonçalves, Rio Grande do Sul, Brasil. 


Esta es la variedad blanca del vino oficial del próximo Mundial Brasil 2014, y tras conocer el tinto de esta misma línea no nos hacíamos muchas expectativas con este ejemplar, sin embargo sorprendió, esta vez la experiencia fue más que satisfactoria.

Es de un amarillo brillante, denota una corpulencia de leve a más.

En nariz las notas cítricas aparecen primero, como de cáscara de limón, cáscara de toronja, aparecen notas florales también, el aroma es intenso aunque no es persistente.

En boca, Cris le encuentra un toque dulzón y algo como a manzanas verdes, las sensaciones florales aquí se refrendan, es de leve consistencia pero no lo encuentro aguado algo en lo que Cris no concuerda; tiene un rico y leve amargor en el retrogusto.

Es muy fresco, aromático, aunque su aroma no sea persistente. Acompañó bien un sashimi de tres tipos de pescado: robalo, congrio y namorado, ésta última variedad de pescado no conocíamos ni repetiríamos, pero el vino sí, inclusive a diferencia del tinto de éste ejemplar creemos que sí haríamos una recompra. No decepcionará en una tarde calurosa como ésta

domingo, 20 de octubre de 2013

Ponto Nero Brut



Domno do Brasil

Ponto Nero Brut

60% Chardonnay – 30% Pinot Noir – 10% Riesling Itálico

12% Grad. Alc.

Serra Gaúcha, Garibaldi, Rio Grande Do Sul, Brasil.



Ya conocíamos a esta variedad así como al brut rosé y al moscatel pero nunca nos habíamos traído una botella a casa. Yo todavía recuerdo que estas variedades de . Nero (Ponto Nero) hacia el 2009 no llegaban a los RS 20, luego hacia el 2010 e inclusive 2011 bordeaban los RS 30, y ahora incluso llegan  ser ofrecidos a RS 38,90, siendo éste un claro ejemplo de que cuando un producto es bueno y comienza a ser reconocido tanto por ganar algunas medallas en el extranjero y también por nosotros los consumidores el precio indefectiblemente sube.

De un amarillo pajizo algo brillante, burbujas pequeñitas y persistentes, desde esta etapa denota una consistencia algo mayor.

En nariz las sensaciones iniciales son notas de manzanas verdes, luego algo de piña y a ese polvillo que reposa sobre el pan fresco.

En boca: lo primero a resaltar es su rica cremosidad, muy notoria, las notas afrutadas se destacan, Cris percibe notas de piña, yo algo de miel muy sutil, su acidez no es tan marcada. De un retrogusto mediano pero marcado.

Es perfecto para una tarde calurosa, acompaña bien ensaladas o inclusive degustarlo solo, hay que reconocer que fácilmente se repetiría la recompra ya que su precio ronda los (RS 27,90, o sea US$12 +/-) .

sábado, 19 de octubre de 2013

Rio Seco Reserva Malbec 2011




Viñas de Altura 

Rio Seco Reserva Malbec 2011

13,5% Grad. Alc.

San Rafael, Mendoza, Argentina


Hace algo más de un par de meses en Angeloni tenían dos vinos argentinos a poco más de RS 15,90 (US$ 7), un Etchard Privado torrontés, de peculiar botella marrón, como de cerveza, y un Rio Seco Reserva malbec, y como al primero es más frecuente verlo –y a ese precio- nos trajimos éste último, el más desconocido.

A la vista, de un granate intenso, algo negro hacia el centro aunque no deja de ser translúcido. Cris: de leve a mediana corpulencia. Yo: de leve corpulencia. Lágrimas grandes pero de poca intensidad.

En nariz, frutos rojos y negros, ciruelas negras, Cris le encuentra un puntito de vainilla.

En boca, Cris: de leve a mediana corpulencia; yo: de leve corpulencia. Buena acidez, equilibrada; lo afrutado es algo más notorio en esta fase; hay un toque dulzón muy leve. De final mediano, retrogusto muy suave a café. 

No es una marca conocida –al menos en Curitiba-, siendo ofrecida solamente en ese establecimiento, es más, pareciera que no lo ofrecen más. Este debe ser un vino de entrada de esta bodega y sin embargo no desentonó en ningún momento, equilibrado y esforzado para un vino en ese rango de precio tan bajo para los padrones brasileños; vaya agradable sorpresa. 

martes, 15 de octubre de 2013

Sargento Getulio, João Ubaldo Ribeiro




Año de publicación : 1971
Presente edición : Alfaguara, 2007


Al llegar hace unos años a Brasil y buscar cuáles eran las obras consideradas clásicas en la literatura nacional –además de las tres obras de Machado De Assís ya leídas- Sargento Getulio figuraba entre el extenso grupo de títulos que iba descubriendo, pero quizá por querer leer en orden cronológica y tras una experiencia poco entusiasta con el primer libro de João Ubaldo Ribeiro la lectura de este clásico brasileño injustamente –para mí- se fue postergando.

El autor imprime en el Sargento Getulio Santos Bezerra de la Policía Militar de Sergipe un habla entrecortada, poblada de palabras y jergas regionales, llena de ripios, que me torna difícil la lectura en el primer capítulo, hasta acostumbrarme a las palabras mutiladas y/o mal empleadas por parte del sargento y su entorno, al monólogo atropellado, descubriendo en él una predisposición a seguir las órdenes al pie de la letra. Así es como le ordenan trasladar a un cautivo, Paulo Afonso, considerado enemigo de las autoridades al mando, desde Bahía donde lo captura y llevarlo hasta Aracaju, transitando por el agreste sertão brasileño. Pero en su trayecto, además de algunos inconvenientes que enfrentará, el gobierno cambiará de mando, pasando el detenido de procurado a parte del nuevo sistema, y convirtiendo al sargento Getulio ahora en el enemigo. La terquedad del sargento, quien nunca desobedeció una orden, se impone, negándose a liberar a su detenido, manteniendo firme su convicción de cumplir lo que le mandaron, aún sabiendo que eso le puede costar la vida.

Es una historia que desde el inicio atrapa y a cada página se hace difícil el dejarlo para más tarde, queriendo continuar. Es fácil reconocer en el sargento Getulio a un tipo curtido por la dura vida, acostumbrado a atropellar a quien se ponga en el camino entre él y el objetivo trazado, aunque por momentos y paradójicamente sea también un hombre religioso. La brutalidad con la que tortura a su detenido no es poca, extrayéndole dientes y observando luego las encías sangrantes, hinchadas y despobladas, deleitándose con su obra, e imaginando la reacción del guiñapo cuando reaccione del desmayo. Filosofa también tras decapitar un teniente por faltoso, y la carnicería desatada en la previa. Y claro, intenta imaginar qué puede haber ocurrido para que amigos enterados de lo sucedido le recomienden soltar al detenido y fugarse lo antes posible. 


Otro detalle muy interesante es la descripción al borde de la muerte desde la óptica del futuro fiambre: es muy atrayente, no hay esa lucecita blanca poética y cursilona, aquí es puro tremor intentando aferrarse a este mundo a cada manotazo, a cada gesto, a cada palabra sin sentido, hasta gruñir, babear, y exhalar; el autor nos hace partícipes de la agonía de uno de sus personajes.







Leo en la oreja del libro que el autor tenía treinta años al publicar esta obra, adjudicándose el prestigioso Premio Jabuti de Literatura aquí en Brasil en 1972 como autor revelación. 

Particularmente João Ubaldo Ribeiro dio un salto abismal entre su primera novela y ésta, donde con tanta sangre y pedazos de carne y cerebro salpicando a cada cambio de página era muy fácil perderse en lo gore y pasar rápidamente desapercibido, pero él realizó lo más difícil, imprimiéndole poesía (sí, por muchos trechos es muy poético), humor negro (la absurda perspectiva del sargento entre tanta sangre divierte, y cómo), introspección (las profundas cavilaciones del sargento ante la loca realidad en la que se mueve, tan natural para él), en tan pocas páginas (son 163), haciendo de esta una de esas obras que vencerá la difícil barrera del tiempo, al menos en Brasil.

domingo, 13 de octubre de 2013

Penfolds Bin 389 Cabernet Shiraz 2010



Penfolds Wines 

Penfolds Bin 389 Cabernet Shiraz 2010

51% Cabernet Sauvignon – 49% Shiraz

14,5% Grad. Alc.

Barrosa Valley – Coonawarra – Wrattonbully – Robe - Mc Laren Vale – Padthaway - Adelaide Hills, Australia


Así como creemos que Concha y Toro lo es para Chile, Catena Zapata para Argentina, Torres para España, Penfolds es muy probablemente la bodega más conocida y renombrada de Australia, y el ejemplar de la presente entrada es el hermanito menor del vino top Penfolds Grange, por lo que es conocido como “Poor Man’s Grange” o “Baby Grange” puesto que para la elaboración de éste vino se utiliza parte de los barriles donde previamente descansó aquel caldo top. 

Como se aprecia en la descripción líneas arriba parte de las mejores uvas de estas dos cepas provienen de siete viñedos diferentes al sur de Australia. Ahora, al vino:

Es un vino de granate profundo, negro hacia el centro, bordes violáceos con mucho brillo; denso, forma lágrimas grandes e intensas. 

Tiene un agradable olor a vainilla muy natural, como si estuviéramos cerca a la liana, de leve sensación a clavo de olor al fondo, y un suave toque de roble; es un aroma muy intenso. Las sensaciones afrutadas van apareciendo de menos a más, así, en la primera copa es muy suave para hacia la tercera ser casi una explosión de moras negras y ciruelas.

De buena acidez, afrutado: moras negras, ciruelas se refrendan; hay un toque de clavo de olor; hacia la tercera copa Cris lo encuentra floral, yo le encuentro una sensación láctea. En la última copa la sensación a clavo de olor es más notoria para Cris, incluso hay esa sensación de leve adormecimiento como cuando se muerde uno. De final largo con retrogusto a madera pero de otro tipo, como de las cajas de puros, intenso aunque sin acaparar destaque. En la última copa Cris encuentra en el retrogusto sensación a chocolate amargo.

Aunque es un vino de guarda (recomiendan beberlo entre 2015 y 2040) decidimos abrirlo hoy para armonizar nuestra pierna de cordero horneada acompañada de arroz y papas; la espera no es una de nuestras virtudes, y vaya experiencia que desde ya brinda.

En boca Cris lo encontró floral, algo que para ella era muy notorio hacia la tercera copa. Yo estoy con esa sensación láctea que no sé definir: algo leve como después de probar leche o mantequilla o queso crema, y aunque no sé si éste vino tuvo fermentación maloláctica esta sensación es muy notoria e intensa para mí. Aunque es potente su tanicidad no deja de ser elegante.

Aunque es un vino caro (US$ 49,90, o sea unos RS 100 –sim meus amigos brasileiros, cem contos, cem reais- en su momento) creemos que tiene una muy buena rpc por dos motivos: porque te acerca y/o te da una idea de cómo debe ser un Penfolds Grange, y sobre todo porque aquí en Brasil en la actualidad es ofrecido por un precio tres veces más a ése que fue adquirido -lo hemos visto por aquí incluso a RS 334 y por este se pagó RS 100-, así que el goce es mayor. Por cierto, fue comprado a inicio de año AQUÍ


Brilla con luz propia, y si hay algo en lo que sí coincidimos con Cris es que éste es un vinazo, digno de todo elogio y alabanza posible. 

martes, 8 de octubre de 2013

Lágrima Selecta Malbec Reserva 2010 & Punto Final Reserva Malbec 2010 : los vinos de Vinarquía


Cris tuvo que realizar un viaje intempestivo a Buenos Aires, y, aprovechando la oportunidad decidimos llevarle a Ariel, del blog Vinarquía, sin que él sepa, dos vinos brasileños, un tinto y un blanco, puesto que sabemos que vino brasileño así como peruano son ejemplares difíciles –sino imposibles- de encontrar, aún en países vecinos, creyendo que, al igual que un filatélico o un numismático que se emociona al encontrar un sello o billete de algún país que no imaginó encontrar, para los que gustamos de vinos la emoción es quizá la misma cuando se está frente a una botella de un país que quizá se desconocía sobre la producción de esta noble bebida, pero no imaginamos que él se aparecería en el hotel con dos sendas botellas, las de la presente entrada.





Bodegas Argenceres

Lágrima Malbec Selecta Reserva 2010

13,4% Grad. Alc.

Finca Las Aguaditas, San Rafael, Mendoza, Argentina.



Primero decidimos abrir este que es un vino totalmente desconocido en Curitiba, y me atrevería decir que en Brasil, puesto que no es comercializado en este país, y para los miles que a diario cruzan la frontera y tienen a este producto es su lista de compras –de hecho, hasta los que no beben vino traen vino de Argentina- difícilmente se harán de una botella de esta bodega por desconocimiento, prefiriendo comprar las etiquetas de marcas más conocidas. 


De un granate oscuro hacia el centro con bordes violáceos muy vivos en los bordes, algo translúcido, denota de leve a mediana corpulencia. Forma lágrimas medianas e intensas. 
En nariz, es muy afrutado, ciruelas negras. En la tercera copa hay un leve toque a madera. 

En boca, es muy aterciopelado, muy equilibrado, de una rica sensación afrutada: ciruelas; de buena acidez. De final mediano a más, con retrogusto algo mentolado inclusive.  









Descorchado para armonizar un cordero asado acompañado de arroz y maionese, ésta última entrada es algo así como una ensalada rusa en Perú, sin beterraba ni zanahoria. La maionese es una compañía común en cualquier churrasco (parrilla). Pero hasta estar preparada la mesa íbamos picando cubitos de queso con las primeras copas. 

Aunque en boca su consistencia es mediana no llega a ser untuoso, aquí todo es muy equilibrado, de una sutileza que lo torna muy elegante.







Bodega Renacer

Punto Final Reserva Malbec 2010

14,8% Grad. Alc.

Valle de Uco & Luján de Cuyo, Mendoza, Argentina. 


Al contrario del vino anterior los vinos de la bodega Renacer son muy conocidos y reconocidos no sólo en Curitiba, probablemente en todo Brasil, por lo menos en Rio de Janeiro lo es, fue allá donde Cris conoció este tinto pero de la cosecha 2009 en una cena de trabajo el año pasado. Por aquí en Curitiba es frecuente ver desde la etiqueta negra, esta blanca y hasta los caldos Enamore. Y a raíz de aquella experiencia nos preguntábamos ¿y por qué no traemos uno a casa? No sabemos. Los vinos Punto Final, así como los vinos Riglos y Rutini son de esas marcas de que a pesar de que se encuentran en las vinotecas (en Brasil son Enotecas, o lojas de vinho –se pronuncia loyas-) locales no hemos tenido la oportunidad de experimentarlos, quizá por su alto precio a raíz de los buenos comentarios que de ellos se vierten en las diversas redes sociales. Pasó con los vinos de Catena Zapata en todas sus variedades en su momento, y desde hace algún tiempo viene sucediendo lo mismo con estas tres marcas. 

Al vino: de un profundo color rubí, es muy vivo, más aún en los bordes. Denota una corpulencia de mediana a más. Forma lágrimas enormes e intensas. 

En nariz, la sensación afrutada es muy intensa, frutos rojos, frambuesas como de mermelada, en la tercera copa hay una leve sensación a madera y vainilla, Cris le encuentra algo de clavo de olor, yo le encuentro un toque herbal.
En boca, de entrada es algo dulzón, trae un punto rico entre dulce y amargo que se instala en la punta y hacia atrás de la lengua respectivamente, la sensación a clavo de olor es muy notoria, las sensaciones afrutadas: además de las frambuesas de mermelada en esta fase hay una sensación como de higos; de una acidez equilibrada, de una corpulencia mayor que en la fase visual inclusive, es más voluminoso en boca. De final largo, con retrogusto a cacao y a nuez. 





Lo armonizamos con unas brochetas de carne, pimientos, tomate y cebolla.

Esa sensación inicial es parecida a cuando se hace contacto con el centro líquido y licoroso de un bombón de chocolate. Algo curioso: en las primeras copas de ambos no llegaba a teñir las copas, ya desde la segunda y en adelante las teñía completamente. Comprobamos aquella excelente imagen que por aquí tiene. 


Ariel, solamente queríamos que conocieras un par de vinos brazucas y al final creo que nosotros fuimos los que tuvimos una experiencia de aquellas. Si repasas la nota del vino del mundial a Cris no le agradó e incluso dudó que fuera ése uno de los elegidos para llevártelo, pero yo pensando en que es "el vino del mundial", un especial souvenir del próximo evento fue al final el que te llevó. 

Dos grandes ejemplares de la cepa emblemática argentina, con notorias diferencias pero que comparten una misma característica: la gran calidad del malbec argentino, aunque esto sea una perogrullada. 

jueves, 3 de octubre de 2013

Baila, baila, baila, Haruki Murakami




Título original : Dansu dansu dansu ダンス・ダンス・ダンス

Año de publicación : 1988

Título em português : Dance dance dance

Presente edición : Editora Estação Liberdade, 2005

Traducción : Neide Hissae Nagae / Lica Hashimoto

No me veo leyendo a Haruki Murakami en verano, o en algún día con sol. El frio invierno me parece que es el marco perfecto para agarrar un libro suyo, y cayó muy bien este cielo gris y muchas veces negro, de fuerte viento y lluvia de dimensiones bíblicas que desde hace meses es el cotidiano en Curitiba para conocer los personajes inicialmente anodinos pero que en realidad son muy sustanciosos, muy bien construidos, que el bueno de Haruki parece acostumbra presentar. 

Y creo que el éxito de estos personajes tan bien elaborados son porque están descritos desde su propia alma, nos permite conocer el más recóndito lugar de sus pensamientos y sentimientos, motivo por el cual engancho rápidamente con el narrador, frio, aparentemente apático, sobrellevando una vida que no lo entusiasma ni un poquito hasta conocer a Yumiyoshi, la frágil recepcionista del Hotel Delfín, quien a su vez lo enlazará con Yuki (que significa “nieve”), la adolescente que desarrolla una absurda madurez a manera de autodefensa ante el abandono de sus padres, ella poseedora de poderes de médium y conceptos y conversas que dejarían pasmado a cualquiera, aunque son sus silencios los más duros y difíciles de asimilar. Y así, un personaje lleva a otro a nuestro narrador sin nombre: por medio de Yuki conocemos a sus padres, quienes están separados: un escritor millonario, Hiraku Makimura (el autor juega con las letras de su propio nombre: ¡cómo detesto esas demostraciones de ingenio! Quizá sea lo único que le pueda reprochar a Murakami en este libro) quien tiene pegado como estampilla a Viernes, su secretario afeminado; y una madre fotógrafa que vive en su propio mundo de creación artística que la lleva a dejar muchas veces por su cuenta a Yuki. La madre, de pseudónimo Ame (que significa “lluvia”) comparte su vida con un poeta manco, Dick North, quien le ordena el cotidiano, le hace compañía, escucha y protege a Ame. Dos policías: Pescador e Intelectual, quienes rinden grandes momentos en la trama, rompiendo la monotonía con sus conversas forzadas y esforzadas para no llegar a ejercer la violencia física en el detenido. Gotanda, el famoso amigo del narrador, actor de poca monta pero famoso al fin, poseedor de una elegancia y un donaire que difícilmente pasará desapercibido: aunque vista un saco de papas lucirá con garbo y estilo, pero quien a pesar de llevar una vida confortable y cómoda está pasando frio en su propio infierno. Y claro, están las prostitutas, cada cual más interesante que otra, no sólo por la belleza descrita sino por la conversa que llegan a desarrollar tras el servicio. 






Book trailer de la novela elaborado para su editora en español, Tusquets Editores


Todos estos personajes aparentan simpleza desde un inicio pero de a pocos la trama nos va desarrollando cuán complejos somos los seres humanos, conociendo las más oscuras rendijas de su estructura develándonos todos los temores y sinsabores que ellos cargan y esconden, y que muchas veces ellos mismos ignoran. Pero para mí el gran personaje en esta obra es el Hotel Delfín, esa gélida oscuridad con la lucecita al fondo donde habita el Hombre Carnero. Aquel lugar probablemente exista, no sólo en la novela, sino en cada uno de nosotros.

Engancho de principio a fin con esta historia que aunque tiene algo de policial la encuentro ante todo más psicológica e introspectiva. Murakami debe haber leído a Thorndike (y no a Guillermo, sino a Edward), a Koffka (tocayo de Cobain), a Freud, esto sumado a las experiencias con los compadres que debe haber conocido cuando tenía su bar de jazz en Tokio. 







Tras esta obra puedo entender el júbilo y la algarabía ante la sola mención de su nombre por muchas personas tanto en Perú como aquí en Brasil. Esa legión de lectores que a veces parece que exageraran –cuando conozco una obra como la leída anteriormente- con sus denodados comentarios hacia él y toda su obra, a veces alejan en vez de acercar más personas, pero en esta obra está aquel maestro que todos sus hinchas aseguran que es. Murakami Haruki, ¡gracias viejo! El deleite fue total. 







Franz Schubert: Piano Trio No. 2 in E flat Major, Op. 100, D 929 2nd movement


Eugene Istomin, piano
Isaac Stern, violin
Leonard Rose, cello



Si Rayuela de Cortázar derrocha jazz en cada página, aquí Haruki además de jazz nos deja algo de música clásica y rock’n roll por doquier. El narrador, luego de leer los cuentos de Haruo Sato (ni en inglés he encontrado algo de él) escucha aquella pieza de Schubert : pág 367.


Ya Gotanda y nuestro narrador en uno de sus encuentros escuchan varios temas de rock de los 60's mientras beben cerveza, aquí dos de esos grupos:



The show must go on, Three Dog Night


 


Summer in the city, The Lovin' Spoonful