Título original : Hullabaloo in the Guava Orchard
Año de publicación : 1998
Título en portugués : Rebuliço no pomar de goiabeiras
Año de esta publicación : 2000
Editora Record
Traducción al portugués : Ana Luísa Borges
Un joven
despreocupado con la vida y su futuro, hastiado del ruido y la vida citadina
decidirá mudarse a vivir a un árbol –de guayaba- convirtiéndose repentinamente y
sin que él se lo proponga en un gurú, y teniendo literalmente a sus pies a una
muchedumbre ansiosa por escuchar los designios de este nuevo guía espiritual,
quien también se verá rodeado por una gran corte de simios ebrios y ladrones
que, inicialmente dubitativos, aceptarán rápidamente al invasor en sus terrenos
pues encontrarán en sus fieles seguidores a las futuras víctimas de sus
fechorías.
Sampath Chawla en
su intento por huir de toda responsabilidad y bullicio se convertirá en el
centro de la atención de todo un pueblo, hasta personas de zonas lejanas, incluso
algunos extranjeros que lo ven como a un iluminado pues en sus designios y
sentencias él menciona con exactitud lo que esas diversas y variopintas personas
hacen y piensan, pero este don no es nada más que producto de la malicia de
este pillo que abrió y leyó toda carta que podía cuando él trabajaba en el
correo de la ciudad, trabajo del que fue despedido, avergonzando aún más a su
familia, en particular a su padre, el Sr. Chawla. En medio de los lamentos de
éste y ante los constantes reclamos por ese absurdo pedido de libertad de su
vástago, el Sr. Sampath reconocerá una gran oportunidad de lucrar con la
multitud cegada por ese extraño influjo que el inútil de su hijo ejerce sobre
ellos.
Otros personajes
interesantes en la trama con historias que se cruzan con la historia principal, como la hermana menor, Pinky, en amoríos furtivos con el indeciso joven Hungry
Hop, a quien toda la familia de éste ya le tiene trazado el
futuro y la esposa; la horda de monos que de robar dulces y comida a la gente
del pueblo descubrirán en la bebida alcohólica su nuevo objeto de deseo, vagando
por la ciudad totalmente embriagados, eructando y creando más caos en la ya
bulliciosa ciudad y en el bosque; el general, convencido de que sus hombres
eliminen rápidamente a los febriles monos ya que hasta los del ejército no se salvan de los repentinos hurtos; el Sr. Gupta, quien es de escuchar opciones
más pacíficas aunque no menos peculiares; Kulfi, la abuela de Sampath, la única
que parece entender a su nieto, es quien lo auxilia en sus necesidades básicas,
hay una cierta afinidad y complicidad entre ellos, la anciana tendrá un papel fundamental en el sabroso final.
Esta trama que uno
puede imaginarse absurda está basada en un hecho de la vida real: Kapila
Pradhan decidió un buen día irse a vivir a un árbol, hecho que duró quince largos
años, noticia recogida en su momento por la BBC, y es la historia sobre la que Kiran Desai (Chandigarh, 1971) crea su ficción. Su personaje
principal me recuerda y mucho a Sathya Sai Baba y a su entorno, a sus miles –sino
millones- de seguidores en varios lugares del planeta –incluso Lima; Sandrita
te mando un beso-; aquí los hechos son relatados con una prosa mordaz en muchos
momentos, donde sabe explorar el fino humor ante tantos hechos extravagantes,
en una trama inicialmente lenta que va acelerando constantemente hasta estar
todos envueltos como en un gran y feroz remolino para que, en un final abierto,
la autora deje muchas cosas en el aire, y esto último me encanta, dándonos a
los lectores la oportunidad de seguir pensando qué puede haber sucedido con tal
o cual personaje.

Una cosa lleva a
la otra. Leer a Salman Rushdie me
llevó a conocer y empezar a leer a AmitavGosh, y ahora a la autora de esta obra de la cual no sabía de su existencia
hasta aquel momento. Hija de la también escritora india Anita Desai, finalista hasta en tres oportunidades del Premio
Booker, fue su hija Kiran Desai quien se alzaría con este prestigioso premio
con su siguiente –y hasta ahora última- obra. Debe ser difícil llevar el
apellido de tu progenitor e intentar ser tan exitoso en una profesión como
la literatura donde las comparaciones llegan a ser inevitables.
Esta es su primera
obra y aunque está lejos de ser considerada imprescindible –al inicio incluso se corre el riesgo de
abandonar el libro, pues por momentos llega a ser parco- siempre rescato el
hecho de que haya sido escrita siendo aún joven –quizá 24 ó 25 años -.
Es una
buena introducción a una cultura totalmente diferente a la que estamos
acostumbrados; quizá quienes hayan tenido la oportunidad de estar por allá
podrán afirmar que muchas cosas que aquí parecen ficción pura allá es el cotidiano.
Kiran Desai no intenta ser irrespetuosa ante las ancestrales costumbres de su
país, pero sí que sabe reírse de sí misma y del entorno al que ella pertenece,
aunque ya varios años resida en el extranjero.
Una buena oportunidad de conocer una cultura milenaria a través de la prosa de una de las escritoras más jóvenes de la literatura india.