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martes, 30 de marzo de 2010

Veronika decide morir, Paulo Coelho.




Título en español : Veronika decide morir
Editora : Planeta
Año de publicación : 1998
Año de esta publicación : 2006



Confieso que continué leyendo a Coelho primero: porque “O monte cinco” fue entretenida y, sobretodo, “A bruxa de Portobelo” me gustó, y segundo: en Japón no encontraba libros en español.

Este libro fue tedioso; no veía cuando acabarlo. Ya en la primera hoja encontré algo que no me agradó de entrada: página 7, capítulo 1, la frase “Embora não tivesse nenhum interesse especial por informática....”. Página 8, mismo capítulo, 10 líneas después: “Veronika começou a ler sobre informática, um assunto pelo qual não tinha o mínimo interesse”. Repetitivo. Y no es error de imprenta ya que es toda una frase, ni de traducción porque es edición brasileña. Así que con ese inicio no esperaba mucho del libro entre manos.

Verónica es una eslovaca con todo en la vida: linda, con buen trabajo, acceso a los novios que quisiese, familia que la quiere, pero, a pesar de todo eso no es feliz (parece novela de tv mexicana), y, con una sobredosis intenta suicidarse sin conseguirlo. En la clínica donde está internada y con su estado de salud quebrantado decide (las decisiones de la muchacha) vivir. Hay un capítulo algo interesante (pág 131), que hace que despierte del sopor en el que el libro me envuelve, cuando Verónica, pensando que le quedan pocos días de vida decide masturbarse por primera vez en su vida y delante de Edward, su amigo, a quien aparentemente sólo le interesa que ella toque el piano, ya que vive en un mutismo total, como en otro mundo. Ella se toca, hace que él la toque, desearía que su amiga Zedka estuviese ahí para que también entre a su juego “porque uma mulher sabe como tocar o corpo da outra como nenhum homem consegue, já que conhece todos os seus segredos”; llega a tres orgasmos seguidos y, pocos días después Edward le hace saber a la pequeña pervertida que recuerda todo lo pasado en aquella noche.




Recuerdo que estaba en un tren cuando pasé por esas líneas. Salvo esa parte que despertó mi morbo el libro fue aburrido, con demasiado edulcorante, teniendo a una Verónica que con 24 horas o menos de vida quiere hacer todo lo que no hizo hasta entonces.

Perfecto para quienes buscan un libro de auto-ayuda disimulado de novela. Incluso el autor aparece al inicio como un personaje que se cruza en la vida de Verónica. Estos son los libros que hacen que te alejes por completo de un autor. Un bodrio total.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En completo desacuerdo, me pareció un libro impacable. Cuando la mencionaste a Veronika como pervertidad me di cuenta que no estabas para nada capturando la idea del libro.

Manolo Malpartida dijo...

Bueno anónimo, justamente una de las cosas interesantes no sólo de leer, también en ver una película, o escuchar alguna banda o cantante es en discordar, pues todas las personas tenemos diferentes gustos.

Probablemente, como mencionas "no capturé la idea del libro". Y a propósito, ¿cuál es la idea del libro? Me gustaría que me digas algo más que el encontrarle el sentido a la vida poco tiempo después de querer matarse. Ver y sentir a través de Verónika que cada día deberíamos vivirlo como si fuera el último.

Particularmente para eso no necesito abrir un libro de literatura. Un mejor título hubiera sido "Verónika decide vivir" pues pareciera ese el mensaje que el autor quiere dejar en sus lectores, pero qué decepcionante es depararte -tras el título, que esperas algo sobre suicidio- con un personaje que le encuentra el gusto a la vida tras su primer intento errado de matarse.

Ah, en cuanto a lo de "pervertida": es cierto, me referí con algo de sorna al personaje principal, y también es cierto que el hecho de que la buena de Verónika se masturbe no es inmoral, pero, el hacerlo enfrente de un amigo que cree que está inmerso y abstraído en su mundo…, presente y ausente a la vez; no sé ah…, alguna obscura inclinación tenía la diablilla.

Saludos, y bienvenido.